Vestidos imposibles, cenas que acaban en diners a las 5 a.m., looks que requieren escolta para subir unas escaleras… La Met Gala es un espectáculo mundial, pero su verdadero encanto está en lo que ocurre cuando se apagan los focos.

En este episodio de Post vs Reality, te cuento el after que nadie publica: desde Rihanna y A$AP Rocky comiendo pastel y café en un diner neoyorquino después de la gala, hasta Katy Perry atrapada en un vestido‑candelabro intentando cambiarse en un baño público… sin olvidar a Tyla y su espectacular —y poco práctico— vestido de arena de Balmain, tan frágil que tuvo que ser cargada en volandas por el personal de seguridad para poder entrar al museo.

Una mirada honesta y documentada al reverso del glamour, donde las hamburguesas, los tacones rotos y las risas en pasillos estrechos dicen más que cualquier fotografía de alfombra roja.

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