HÁBITO DE ESCUCHAR
Practiquemos, entonces, el hábito de escuchar la voz de Dios en vez del clamor del caos externo, ya que esta voz de la Presencia tiene, desafortunadamente, muy pocos puestos de avanzada por medio de los cuales poder guiar y proteger el destino de los muchos en los días venideros; y el momentum de balance tiene que ser logrado con antelación si es que vamos a ser utilizados en el futuro.
De poder hacer este esfuerzo, encontrarán que el Maestro Divino pondrá su sendero en orden, y las cosas progresarán hasta el punto en que serán ustedes la mayor ayuda y asistencia para quienes están a su alrededor. Esto debe venir para todo hombre, mujer y niño—ya que está preordenado por la vida—PERO si somos sensatos, podremos apresurar la llegada de ese día.
Esta es la felicidad y privilegio, la alegría y el éxtasis de la verdadera naturaleza del hombre, cuando logra su estado Divino y, saboreando el júbilo de la co-creación con Dios, se establece como un Sol potencial de un nuevo Sistema.
¡Permitan, entonces, que éste sea su esfuerzo en Navidad y Año Nuevo!
¡Que la alegría y el logro de la Conciencia del Cristo Cósmico del Amado Jesús sean suyos ahora y para siempre!
Amor y bendiciones,
EL MAHÁ CHOHÁN
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PRIMERA TRANSMISIÓN DE LA LLAMA
POR EL AMADO MAHÁCHOHÁN
21 DE DICIEMBRE DE 1952
La gran Cámara del Concilio del Retiro de las Montañas Rocallosas fue abierta a fin de aco­modar a más de cinco mil miembros de las Huestes Ascendida y Angélica que participaron en la Transmisión de la Llama alrededor del Mundo anoche.
Es algo bello de observar cómo cada invitado, en honor al Año de la Cosecha, utiliza vestiduras de un blanco puro con una espiga de trigo bordada en oro sobre el corazón, y bandas de color en el borde de las mangas y alrededor de la basta — denotando el Rayo particular y Esfera a la que pertenece. Cada quien llevaba también una bufanda de cresta dorada sobre los hombros, llevando la insignia y cargo de cada miembro.
El piso de la Cámara del gran Concilio se inclina gradualmen­te hacia el frente, y cada trono-silla de alto respaldar estaba forrado en terciopelo, con la insignia representativa del cargo del ocupante. El color del terciopelo correspondía a la banda alrededor de las mangas y basta del vestido de cada cual. Una almohadilla aterciopelada del mismo color con borlas en cada esquina, sobre las cuales descansaban sus pies, completaba el mobiliario.
El trono de Sanat Kumara estaba en el centro, frente al altar superior, con el trono del Señor Maitreya a la derecha y el del Mahá Chohán, a la izquierda. Los de los otros miembros de la Jerarquía fueron acomodados en semicírculo alrededor del trono central.
Las hermosos tronos-sillas son propiedad permanente de cada Maestro. Estos están ajustados a una ranura en el piso, pero pueden sacarse y acomodarse de acuerdo a la naturaleza de la ceremo­nia o a la posición del Maestro que oficia.
Por ejemplo, los tronos de Serapis y de Lanto fueron coloca­dos sobre la plataforma frente al público, pero en la víspera de Año Nuevo, el trono de Sanat Kumara será trasladado desde el piso de la audiencia y ubicado en el puesto de honor en el escenario.
Todo el salón del Concilio estaba decorado con lirios, y el Maestro Kuthumi, vistiendo bandas doradas pesadamente bordadas en sus mangas y en Su vestido complementando la belleza natural de Su apariencia, tocaba el gran órgano.
Debido a la gran cantidad de invitados, Lanto y Serapis escogieron atraer la Llama desde su propia Cámara dentro del salón del Concilio, dado a que no había acomodo apropiado en el salón de la Llama para colocar a todos los miembros que deseaban voluntaria­mente participar en la expansión de la Llama.
En el centro del gran altar, la Llama Dorada asumió la forma de un lirio y la Llama Verde, la de las hojas y el tallo desde el cual esta se elevaba tan alto como la nave en el techo abovedado.
Los Tronos de los Señores del Karma encaraban la audiencia desde lo alto en la atmósfera sobre el altar, y la Presencia de la Guardiana Silenciosa, vestida en azul azur, abarcaba a toda la asamblea con Su radiante presencia.
Los tronos-sillas de Jesús y María, con doseles copados de lirios, estaban ubicados al final de cada lado del semicírculo formando la primera hilera, de modo que estaban conectados con el ancho del altar y formaban dos portales arqueados de lirios dentro de la gran Llama. Debido al interés del Cuerpo Mental Superior en la actividad de 1952, la alta atmósfera se llenó con una gran multitud de estos Seres Crísticos, y un Rayo de Luz desde el corazón de cada uno entraba a la Llama en forma de lirio en el altar superior.
Los Padrinos de varios grupos dejaron sus puestos justo antes de la Ceremonia, aunque todos los Maestros pasaron una hora en contemplación de la Llama antes de ocupar Sus puestos en las diferentes localidades. Por medio de las facultades de su propia visión y contemplación, Ellos atrajeron una tremenda concentración de la Llama a sus propias conciencias y recrearon esta bellas formas de lirio en la vecindad donde los grupos estaban reunidos.
El Maestro Serapis, completamente vestido de blanco y cuyas vestiduras no sobresalían por el color, presidió la proyección y la dirección de la Llama presente. Su vestido era de un material resplandeciente, el contraste en las mangas y la basta, enfatizaban Su Rayo siendo de una sustancia parecida al cristal.
El Maestro Lanto, quien servía con Serapis, también usaba un vestido blanco puro, pero estaba complementado con verde jade.
Serapis Bey les pidió a los miembros que visualizaran la Llama-lirio alrededor de todas las corrientes de vida que pertenecen a la evolución de la Tierra, tanto los encarnados como los que estaban esperando su reencarnación; y, durante treinta minutos, mientras Kuthumi ejecutaba las canciones sagradas honrando el nacimiento del Maestro Jesús, se realizó esta visualización. Luego, en el momento en que la Llama habría de ser dirigida, tanto Serapis como Lanto proyec­taron Sus Llamas dentro de la Llama-flor Sagrada, lo cual la hizo más grande y brillante. Esta fue la señal a la Hermandad para inspirarla y luego proyectarla adelante sobre la senda alrededor del Mundo.
La recepción de los cuerpos de los estudiantes fue tan hermosa que tomó menos de treinta segundos rodear el Planeta y regresar a su fuente. Todas las corrientes de vida sobre la Tierra recibieron un foco permanente de esa flor flamígera, el cual actuará como un estímulo para el desarrollo de su propia naturaleza Crística.
Toda la Tierra asumió la apariencia de un lirio gigantesco reposando sobre una base verde; y durante la media hora de contem­plación que siguió a la proyección, la atmósfera interna del Planeta y sus diferentes reinos —así como toda la sustancia de la Tierra en sí— fue bendecida con la más grande vertida de Luz del Cristo Cósmico que se haya conocido desde la última Edad Dorada.
Ahora, que la felicidad y la alegría de esta Época Sagrada los envuelva, a todos y cada uno, así como también a sus seres queridos.
Amor y bendiciones,
EL MAHÁ CHOHÁN

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