Una semilla es plantada bajo tierra, con paciencia en pocos días o meses crece un árbol y en algunos casos en años comienza a dar sus frutos.

En nuestra vida los frutos son los resultados obtenidos. Pero nuestros frutos no nos gustan, son pequeños, desmejorados, marchitos o no hay suficientes.

Pero, ¿en dónde se crean verdaderamente esos frutos? En la parte que no veo, en lo que está bajo tierra. Lo que crea los frutos, son las semillas y las raíces. La semilla debe ser fuerte, sana, robusta y de esa forma los frutos van a ser iguales. El agricultor cuando cosecha los frutos escoge de estos, las mejores semillas para la próxima siembra. De otro lado, lo que está bajo el suelo, lo que no se ve, determina lo que se ve, las raíces.

Lo que no se ve crea lo que se ve. Esto quiere decir que si el árbol tiene buenas raíces y son fuertes, igual son los frutos. Si quiere cambiar los frutos debe comenzar por cambiar las semillas y las raíces.

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