¿Ahora recuerdas? Lo supiste todo el tiempo,

Sólo necesitaste recordarlo.

¿Recuerdas? Una vez lo preguntaste…

Estábamos sentados frente al frío del viento,

separados por la soledad de mis ojos,

ante el abismo del cenicero,

y las cenizas de esas almas exhaladas.

¿Qué sentía por ti?

Una pregunta tan difícil como la vida misma.

Pues bien, yo te quiero…

pero no es que te quiera por tu sonrisa,

que congela mi infierno tranquilo,

no te quiero por tus ojos diamante,

que velan el descanso de mis letras.

No es que te quiera por tu voz,

ni tu dulce aliento que aviva la llama.

no te quiero por la ventisca de besos,

sin importar cual sea su destino.

No te quiero por tu figura de musa,

inmaculada cada vez que la siento,

ni siquiera te quiero porque me quieras,

ni los cientos de versos que susurras

en los insomnios que arrullas.

¡Pero no es que no te quiera!

Te quiero por todo y por nada,

te quiero, porque en este día puedo llegar a tu lado y llamarte

MI AMOR.

Y así poder decir que tengo un amor, bueno o malo, pero mío…

Mi amor, ¿Que necesidad hay de otra razón para quererte que quererte?

Lo que digan los cuadernos desteñidos, las servilletas improvisadas

Y los besos insípidos está de más.

Me basta la pluma y tus labios para decirlo,

Tan solo pregunta a la luna y su silencio engañoso,

Te escribí un poema en el cielo y todos lo llamaron estrellas,

Te he visto entre letra y letra en cada verso,

Te encontré entre Vallejo y Neruda…

Sabines y Becquer me hablaron mucho de ti,

Pero Benedetti olvidó decirme tu nombre.

Si, yo te quiero… te quiero sentir besada en licores,

Te quiero escribir en la piel poemas a besos.

Te quiero… eso es todo.

Y sí es que aun es necesario decirlo,

Si mis torpes letras no son suficiente,

ni mis ojos, hundidos en tu bello reflejo,

entonces que la tinta hable por sí misma.

Igual que el amor, te lo diré fuerte y claro:

¿Qué siento por ti? Muy fácil:

Poesía…

¿Recuerdas?

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