“¿Por qué este dolor? ¿Por qué me ocurrió esto precisamente a mí?” Solo cuando nos determinamos a aceptar lo sucedido logramos sentirnos aliviados y el dolor agudo e intenso cesa. Al igual que el amor, el dolor forma parte de nuestra vida, ya sea que lo deseemos o no. No hay que emitir juicios frente al dolor, porque cuando elegimos entrar en guerra contra el dolor, este se vuelve sufrimiento. El dolor no es una etapa a superar, no es un obstáculo; es más bien un camino que debemos transitar y te ayudará a evolucionar para bien.

En el desierto Dios nos vacía, nos quebranta para que nuestro corazón sea tierno. Luego nos usará, pero volverá a llevarnos amorosamente al desierto las veces que sean necesarias.

Hoy la iglesia necesita gente que no haya sido abatida o destruida por su sufrimiento, ni que sea un pueblo derrotado, triste y lleno de cuestionamientos; sino aferrado a su amor, demostrando en todo la fidelidad de Dios, perseverante, fuerte en la fe. Estas personas serán un ejemplo para los débiles, y una fuente de consuelo y consolación.

Dolor Que Fortalece | Maxi Alvarez | ibn Ourense - 12/1/2020

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