La variación de los gastos de consumo en los hogares costarricenses en los últimos seis años da cuenta de dos transformaciones sustantivas: por un lado, el peso que tiene la movilidad privada a cuenta de la caída del transporte público y, por otro, el valor que tienen las telecomunicaciones y, en general, todos los servicios de información; televisión por cable, streaming, internet residencial, celulares, computadoras, tabletas, pantallas, etc.

La octava encuesta nacional de ingresos y gastos (ENIGH) nos provee un espejo de los gastos de consumo de los hogares, estimados en 1,814,674 por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, que comparó los egresos del 2018 con los del 2024.

Aunque los alimentos y bebidas fuera del hogar ocupan el primer lugar de los gastos, el crecimiento de la adquisición de vehículos y de los servicios de información y telecomunicación marcan aumentos enormes. Los automotores, por ejemplo, modificaron toda la estructura de gastos al pasar del octavo al segundo lugar en seis años con un aumento de más del 62%. Y los servicios de comunicación ocuparon el tercer lugar.

Estos tres rubros, junto con gastos en cuidado personal, alquileres, combustibles, panes y cereales, electricidad, gas, transporte y carne, absorben el 50% de todos los gastos de los hogares.

De lo que nos dicen estos datos conversamos con el economista Fernando Rodríguez.

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