3. El perdón - La faz de Cristo

12/07/2017 6 min
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Síntesis del Episodio

1. El perdo?n es el medio que nos lleva a Dios y que nos permite alcanzarle, mas es algo ajeno a E?l. Es imposible concebir que algo creado por E?l pueda necesitar perdo?n. El perdo?n, entonces, es una ilusio?n, pero debido a su propo?sito, que es el del Espi?ritu Santo, hay algo en ella que hace que sea diferente. A diferencia de las dema?s ilusiones, nos aleja del error en vez de acercarnos a e?l.
2. Al perdo?n podri?a considera?rsele una clase de ficcio?n feliz: una manera en la que los que no saben pueden salvar la brecha entre su percepcio?n y la verdad. No pueden pasar directamente de la percepcio?n al conocimiento porque no creen que e?sa sea su voluntad. Esto hace que Dios parezca ser un enemigo en lugar de lo que realmente es. Y es precisamente esta percepcio?n demente la que hace que no este?n dispuestos a simplemente ascender y retornar a E?l en paz.
3. Y de este modo, necesitan una ilusio?n de ayuda porque se encuentran desvalidos; un Pensamiento de paz porque esta?n en conflicto. Dios sabe lo que Su Hijo necesita antes de que e?l se lo pida. Dios no se ocupa en absoluto de la forma, pero al haber otorgado el contenido, Su Voluntad es que se comprenda. Y eso basta. Las formas se adaptan a las necesidades, pero el contenido es inmutable, tan eterno como su Creador.
4. Antes de que el recuerdo de Dios pueda retornar es necesario ver la faz de Cristo. La razo?n es obvia. Para ver la faz de Cristo se requiere percepcio?n. El conocimiento no es algo que se pueda ver. Pero la faz de Cristo es el gran si?mbolo del perdo?n. Es la salvacio?n. Es el si?mbolo del mundo real. El que la ve, deja de ver el mundo. Esta? tan cerca ya del umbral del Cielo como es posible estar mientras au?n este? afuera. Mas desde ahi?, un paso ma?s basta para entrar. Es el paso final. Y e?se se lo dejamos a Dios.
5. El perdo?n es un si?mbolo tambie?n, pero en cuanto que si?mbolo exclusivo de la Voluntad del Padre, no puede ser dividido. Y asi?, la Unidad que refleja se convierte en Su Voluntad. Es lo u?nico que au?n esta? en el mundo en parte, y que, al mismo tiempo es el puente que conduce al Cielo.
6. La Voluntad de Dios es lo u?nico que existe. Lo u?nico que podemos hacer es pasar de la nada al todo; del infierno al Cielo. ¿Es esto una jornada? No, en verdad no lo es, pues la verdad no va a ninguna parte. Pero las ilusiones cambian segu?n el lugar o la e?poca. El paso final no es ma?s que otro cambio. Por ser una percepcio?n, es en parte irreal. Sin embargo, esa parte desaparecera?. Lo que entonces quedara? sera? la paz eterna y la Voluntad de Dios.
7. Ahora ya no hay deseos, pues los deseos cambian. Incluso lo que una vez se deseo? puede volverse indeseable. Esto es asi? porque el ego jama?s puede estar en paz. Pero la Voluntad es constante, por ser el don de Dios. Y lo que E?l da es siempre como E?l Mismo. E?ste es el propo?sito de la faz de Cristo. Es el regalo de Dios para la salvacio?n de Su Hijo. Contempla u?nicamente esto y habra?s sido perdonado.
8. ¡Cua?n hermoso se vuelve el mundo en ese instante en el que ves la verdad acerca de ti mismo reflejada en e?l! Ahora esta?s libre de pecado y contemplas tu impecabilidad. Ahora eres santo y asi? lo percibes. Y ahora la mente retorna a su Creador: la unio?n de Padre e Hijo; la Unidad de unidades que se encuentra detra?s de toda unio?n, aunque ma?s alla? de todas ellas. No se ve a Dios, sino que u?nicamente se le comprende. No se ataca a Su Hijo, sino que se le reconoce.