Jesús pondera hoy la fe de este hombre que no pertenece al pueblo de Israel, un hombre que cree sin ver, un hombre que está seguro que el "rabbí" tiene poder para hacer lo que le está pidiendo. Jesús admira su confianza, porque la fe es precisamente eso, confianza en Dios, la fe es abandono total, es entrega absoluta. Este es el tipo de fe que es capaz de mover montañas. Sería bueno que al iniciar este tiempo tan propicio, nosotros nos preguntemos si verdaderamente creemos en la palabra de Jesús. Solo si confiamos en Jesús, es que podemos llegar a ser hombres nuevos, transformados por su Espíritu. Este militar parte de su experiencia para entrar al misterio de Dios: si él puede hacer que su palabra se cumpla, con mayor razón, Dios puede hacer que su palabra se cumpla de un modo más pleno, puro y perfecto. Muchos cristianos dicen creer en Dios, confiar en él, pero, esperan constantemente signos, señales, manifestaciones sensibles de lo que dicen creer. Creer, es la seguridad de lo que no se ve. ¿Podríamos decir que nuestra fe es como la de este centurión?, ¿Cuál es tu actitud para lo que lees en la Biblia?, ¿Crees que Dios te habla por medio de su amado Hijo Jesucristo?

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