Elías ha venido ya, pero no lo reconocieron

15/12/2018 10 min
Elías ha venido ya, pero no lo reconocieron

Escuchar "Elías ha venido ya, pero no lo reconocieron"

Síntesis del Episodio

Aunque los sinópticos nos presentan a Juan Bautista como el mensajero, el enviado o la voz que prepara el camino del Señor y, a pesar de que Juan evangelista le da el título de testigo, es difícil para el cristiano darle un lugar adecuado a este profeta singular.

Juan el bautista es el profeta para nosotros, ese que prepara el ministerio de Jesús y que dispone nuestros corazones para recibamos el evangelio de Jesucristo. Juan nos invita a la conversión, nos llama la penitencia, pero sobre todo, a que abramos nuestro corazón a Dios mismo.

En la reflexión judía, así como David es el rey por excelencia, Elías es el profeta por excelencia y en la era mesiánica, tanto David como Elías, regresarían para darle a Israel el esplendor y la gloria que un día tuvieron y que perdieron. Dios levantaría para su pueblo un nuevo rey y un nuevo profeta; el rey les devolvería la gloria y el profeta restauraría la amistad con Dios mediante la promulgación de una nueva alianza.

En Jesús tenemos al Mesías esperado que restaura el reino de Dios, pero con una nueva visión; no se trata de gloria ni honor, no se trata de poder y derrotas; se trata de servicio, de entrega, de solidaridad y de amor.

Esta nueva visión, es preparada por Juan Bautista, el profeta movido por el espíritu de Elías, es decir, el mismo Espíritu de Dios, que no deja de llamar al hombre y al cristiano, al cambio de vida, a la justicia, al servicio, mediante la apertura a la ley de Dios que se resumirá siempre en caridad solidaria con el hermano que sufre.