Dios no es Dios de muertos, sino de vivos

24/11/2018 10 min
Dios no es Dios de muertos, sino de vivos

Escuchar "Dios no es Dios de muertos, sino de vivos"

Síntesis del Episodio

Este texto nos invita a pensar en la muerte y lo que hay después de ella. Lo primero que declara Jesús, contra todas las corrientes pesimistas e ilógicas de este mundo que niegan la existencia de Dios y de una vida después de la vida que vivimos aquí, es que existe efectivamente una vida, la cual es completamente diferente a la que vivimos hoy; una vida llena de gozo, de alegría y de paz, que viviremos en un cuerpo resucitado como el que ahora tiene Jesús en el cielo. Esto quizás, para nosotros los cristianos, es lo menos importante, pues nosotros realmente creemos que Jesús resucitó y está gloriosamente en el cielo y que de la misma manera tú y yo resucitaremos también.

Lo más importante que declara Jesús es que para poder participar de esta realidad maravillosa, debemos ser considerados dignos. Es decir, declara que habrá al final un juicio y que en este juicio se definirá nuestra eternidad: algunos resucitarán para la vida eterna y otros para la muerte eterna, para los sufrimientos, para el desamor y la frustración total. Es, pues, necesario que en este tiempo demos una revisada también a nuestra vida moral para ver si ya somos dignos de esta vida. Si no, pues no lo pienses más; arrepiéntete de tus pecados y haz una buena confesión sacramental pues, como dice Jesús, ‘No saben ni el día ni la hora en que el Hijo del Hombre regresará’. Vive en paz, vive en gracia.