Avivamiento

08/11/2023 59 min
Avivamiento

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Síntesis del Episodio

Palabra de Avivamiento
Desde que me convertí estoy oyendo del avivamiento.
Me pregunto hoy: ¿Qué es? ¿Por qué no llega? O ¿ha llegado y no me he dado cuenta? ¿Lo envía Dios o lo provocamos nosotros? ¿Es importante según la Biblia? ¿Es una de esas palabras desgastadas por el uso que hay que volver a poner en valor?

Oración del profeta Habacuc, en tono de Sigionot.
2 Oh Señor, he oído lo que se dice de ti y temí.
Aviva, oh Señor, tu obra en medio de los años,
en medio de los años dala a conocer;
en la ira, acuérdate de tener compasión. Habacuc 3:1-2

6 ¿No volverás a darnos vida,
Para que tu pueblo se regocije en ti?
7 Muéstranos, oh Jehová, tu misericordia,
Y danos tu salvación. Salmo 85:6-7

6 Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 2:6-7

Os traigo una palabra de avivamiento

1 ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE Y HAY QUE VALORAR EL AVIVAMIENTO?
“Los avivamientos vienen en días de depresión espiritual. Cuando la necesidad es mayor, Dios riega la tierra sedienta”. Oswald Smith (Pasión por las almas).
Nunca hubo día más oscuro en Inglaterra que el que le tocó trabajar a Juan Wesley, pero en ese día también fue cuando el avivamiento se esparció por doquier. Fue igual en el gran avivamiento irlandés en 1859 y en el de Gales de 1904. Así fue en los Estados Unidos en días de Finney. Así es hoy, y si en algún tiempo necesitamos un avivamiento, ¡hoy es ese tiempo, ahora es el momento!

“No hay nada que en nuestros días nos haga tanta falta como un avivamiento poderoso, una nueva manifestación del Espíritu de Dios. Los que sienten que lo necesitan menos son quienes lo necesitan más. Iglesias, universidades, institutos bíblicos y seminarios que creen que pueden seguir su camino sin un avivamiento son precisamente los que lo necesitan”. Oswald Smith (Fuego Consumidor).
Los días de la iglesia primitiva eran días de avivamiento. Nada, sino el avivamiento resolverá los problemas del día de hoy. Más aún, de hecho, se duda si habrá iglesia a no ser por los avivamientos. En la redondez del orbe hay quienes están clamando a Dios por otra manifestación portentosa de su poder. ¿Serán esas oraciones respondidas? ¿Vendrá el avivamiento? Si eso ocurre, ¿cómo será? ¿Cuánto costará? ¿Podemos hacer algo para que venga? ¿Podrá la oración del Salmo 85.6 ser realidad ahora? ¿No nos avivará otra vez para que su pueblo pueda regocijarse en él?
¿Cuándo tú y yo necesitamos un avivamiento? Cuando hemos perdido nuestro primer amor es cuando necesitamos el avivamiento. ¿Te acuerdas, amigo, cuando recién fuiste salvo? ¿Recuerdas tu amor por las almas? ¿La realidad de la presencia de Dios en tu vida? ¿Recuerdas el gozo que tenías al orar, al testificar, al entonar himnos?
¿Recuerdas el placer de repartir folletos y en especial cuando podías guiar a otros a Cristo? ¿Con qué ansias trabajabas entonces y qué deleite te traía hacer algo por Jesús? ¿Cómo te gustaba leer la Palabra? Pero ¿y ahora? ¿Y hoy? ¿No sientes ese gozo? ¿Se ha apartado de tu corazón el gozo del Señor? ¿Te has descuidado en lo que tiene que ver con su Palabra y la oración? ¿Ha muerto aquel primer amor y hoy todo es trivial? Si es así, mi amigo, tú necesitas un avivamiento

Necesitamos un avivamiento, un despertar.
2 ¿QUÉ ES AVIVAMIENTO?
Avivamiento es cuando el fuego arde con fuerza.
Avivamiento es REVIVIR.
3 CUANDO HAY AVIVAMIENTO TODO SE AVIVA:
Jóvenes, oración, evangelismo, amor, entrega, llamados a las misiones, servicio, todo...
Pensad en el fruto de un Avivamiento: Solo que se salve un 1% son ??? nuevas almas; y tendremos que buscar locales más grandes.
Cuando hay un despertar vuelven los pródigos.
El Señor rompe el odre viejo (nuestros esquemas y estructuras).
Hay hambre de Dios. No nos queremos ir de su presencia.
Cuando hay avivamiento Dios engrandece su nombre. Joel 2: no entregues tu heredad al oprobio, a la burla...
Cae el temor de Dios, como lo de Ananías y Safira.
Una prueba es el relato del reverendo F. Clark, durante una campaña realizada en Toronto.
Contó de un tabernero que se oponía abiertamente al avivamiento, más que nada porque sus clientes estaban abandonándole.
Un día el tabernero resolvió volver a atraer a su clientela ridiculizando al evangelista.
Esa noche asistió a la reunión. El predicador había luchado desesperadamente por hallar un texto sobre el que hablar, pero el único que parecía que Dios le daba, era: «Ordena tu casa, porque vas a morir, ya no vivirás» (2 Reyes 20.1). Una y otra vez trató de desecharlo de su mente, y buscar otro, pero no podía. Al fin resolvió usarlo. Cuando en la noche vino el
momento de predicar, anunció el texto, y al hacerlo, el tabernero saltó sobre sus pies, y lanzó tal serie de improperios que dejó petrificada a la congregación.
De pronto se calló, como si le faltara la respiración. Luego empezó a toser, le salió sangre de la boca y cayó muerto. Tan manifiesto era el poder de Dios aquella noche y su juicio tan notable, que casi todos los inconversos buscaron al Salvador.
Así, en los días de avivamiento, Dios usa tanto el juicio como la salvación para manifestarse.
Si testificamos valientemente de Cristo habrá un avivamiento. Debemos volver a predicar la palabra. No es nuestra palabra, sino la de Dios la que condena y convierte. Su palabra es martillo que quebranta los corazones endurecidos. Es espada que traspasa, es fuego que quema. El pueblo de Dios, digo, debe proclamar esa palabra si ha de surgir un avivamiento.
Cuando hay avivamiento todo se aviva
Las divisiones diciendo esto o aquello es más importante son innecesarias y poco provechosas. Todo es importante: que lata el corazón, que haya aire en los pulmones, que el cerebro esté activo…

En el viaje del avivamiento sabemos de dónde partimos y adonde queremos llegar. Pero ¿cuál es el camino?
4 EL AVIVAMIENTO COMIENZA CON EL PUEBLO DE DIOS
Un avivamiento comienza con el pueblo de Dios. No termina con el pueblo de Dios, porque tarde o temprano, si es un avivamiento auténtico, desembocará en la salvación de almas.
Sólo la vida se puede avivar. Si no hay vida, no hay posibilidad de avivamiento. Por consiguiente, cuando uno sale a ganar almas para Cristo, uno no habla de avivamiento, porque sabe que está trabajando entre personas que no se han salvado, y que están muertas en sus delitos y pecados. No se les puede avivar. Si un hombre está muerto, es imposible avivarlo.
Si el fuego se ha apagado, uno no puede avivarlo. Puede hacer todo lo que esté a su alcance por avivarlo; pero si está apagado y no queda ninguna chispa del fuego, por más que uno se esfuerce nunca lo podrá avivar.
El funeral de una iglesia
Cuando el reverendo W.B. Alexander, joven ministro de mucho entusiasmo e ingenio, llegó a un pequeño pueblo de Oklahoma para encargarse de su primera iglesia, le dieron la triste noticia de que la tal iglesia estaba muerta y perdería su tiempo allí,
Después de varias tentativas infructuosas para revivir la fe y el entusiasmo religioso de sus feligreses, anunció en el periódico local que, puesto que la iglesia estaba muerta, su funeral tendría lugar el próximo domingo por la tarde.
El templo se llenó de curiosos, quienes al entrar vieron al frente un enorme ataúd cubierto de flores. Después del oficio de difuntos hecho según el libro manual de la iglesia, el joven ministro invitó a que rindieran su último homenaje a la ilustre muerta, que tenía muy buena fama en años anteriores, viendo su rostro por última vez.
Uno a uno fueron desfilando ante el ataúd, pero después de mirar al fondo de la caja retiraban apresuradamente sus ojos, como si hubiesen visto algo terrible y acusador.
El hecho es que en el fondo de la caja mortuoria el ingenioso ministro había hecho colocar un gran espejo y cada uno al asomarse veía allí su propia cara, como si fuese la de la iglesia difunta.
¡El despertar de la iglesia no tardó en producirse!
Una vez que se han avivado las iglesias, habrá almas que se salven.

Pablo y la serpiente: cuando buscamos avivamiento (avivar el fuego), el avivamiento nos busca a nosotros. Dios acomoda las circunstancias.
Los que están realmente salvos, los que realmente han nacido de nuevo y se han enfriado y se han vuelto indiferentes, los que han perdido su primer amor, pueden ser avivados.
Lo que nuestras iglesias necesitan hoy no es ante todo la evangelización sino el avivamiento, la clase de avivamiento que experimentó Carlos G. Finney.

Se dice que: “Las noticias de avivamiento provocan avivamiento”.
En días de Carlos Finney
Dice Oswald Smith en Fuego Consumidor:
Cuando se me acercan los periodistas y me preguntan:
-¿Cuál cree usted que sea la gran necesidad de nuestro tiempo?
Siempre contesto sin titubear ni un instante:
- Una manifestación bien fuerte del poder de Dios.
El doctor Henry Ward Beecher comentó lo siguiente acerca de la obra de Finney en los avivamientos:
- Esa fue la mayor obra de Dios y el mayor avivamiento religioso que el mundo ha presenciado en un tiempo tan corto.
Se afirma que cuando Carlos G. Finney comenzó su obra evangelística en los Estados Unidos de América, en todo el país sólo había doscientos mil miembros de iglesias; pero cuando terminó, pocos años después, había tres millones de nombres en las listas de las diversas iglesias del país.
Nunca antes en la historia del mundo se habían presentado tales resultados. Dios usó a Finney para lograr más de lo que habrían logrado, todos los pastores estadounidenses juntos durante ese mismo período.

5 ¿QUIÉN TRAE EL AVIVAMIENTO?
¿Dios, sus ungidos, la iglesia toda? Las tres cosas son verdad.
Dios: ¡Dios lo quiere hacer!
Un ungido o unos ungidos: ¡Hay!
David Wilkerson; Graham; Oswald Smith; Carlos Finney; Evan Roberts; etc.
Todos: Indispensable y aquí está mi mensaje.
Las tres cosas son verdad. Pero ¿la parte que nos toca a nosotros cuál es?
Los ministros
La revelación de un solo versículo, ardiendo en fe en un corazón, puede producir un incendio espiritual: El justo por la fe vivirá (Martín Lutero y la Reforma).
Los ministros en Apocalipsis somos estrellas en su mano. ¿Qué es una estrella? Una bola de fuego. Arde y el Señor traerá sus leños para arder contigo. Hebreos 1:7 dice que hace a sus ministros llamas de fuego.
¿Cómo puede comenzar un avivamiento? Por una chispa, una revelación, una convicción de pecado (Asbury).
Mejor que vuelvas a arrodillarte y con pesarte penitente delante de Dios hasta que él abra los canales del cielo, envía un avivamiento a tu propio corazón para que después de haberte encendido a ti, tú puedas encender el fuego del avivamiento en otros hasta que toda tu iglesia esté ardiendo en Dios.
Toda la iglesia
El problema con el avivamiento es que lo oímos y pensamos ¿vendrá? Y luego ¿cuánto durará?
No es tener un avivamiento, es vivir avivados. Como la iglesia primitiva. No fueron visitados por un avivamiento, vivieron en avivamiento. Es la vida del resucitado. La vida de Resurrección.
Yo la quiero hasta que Él venga.
No es lo mismo que llueva que tener constante el vapor de agua que riega la tierra. La clave, es ser una iglesia de monte, que recoge de lo alto el Rocío y no vamos a depender de una lluvia temprana y una tardía (que también) sino de un vapor constante de la Presencia.

6. CUATRO PROBLEMAS PARA EL AVIVAMIENTO:
- Estar desunidos (no somos islas, somos penínsulas).
- Estar separados de la hoguera

No creo en islas, pero sí creo en penínsulas. Que cada congregación necesita su intimidad y personalidad, pero conectar con el continente (no aislarse).

- Estar demasiado verdes (inmaduros) o húmedos (llenos de mundo). La necesidad y la desesperación nos hace estar secos y listos para arder.

El problema de los hermanos que vienen y van: que al final se incendien y sean parte del avivamiento. NO permitamos que esos movimientos nos afecten y nos apaguen. El botellín vacío (el pastor lo tenía en la mano). Pero sí te voy a decir una cosa, pastor, y me la digo a mí mismo: si son muchos los que se van quizás es que están buscando fuego y el problema soy yo.

Una congregación después de otra.
Un día le preguntó al pastor de la iglesia de la que entonces era miembro qué le parecía si se mudaba a otra iglesia.
-En su caso, creo que está muy bien -contestó el pastor-. No hay mucha diferencia en el cambio de la etiqueta de una botella vacía.

- La incredulidad: Jesús no pudo hacer mucho en Nazaret.

Creamos en un nuevo impulso evangelístico y misionero: creamos por miles en Lorca y por obreros que salgan desde Lorca.

España tierra de avivamiento:
La palabra la tomo para mí y para nuestra congregación. Yo creo en un avivamiento, en un despertar espiritual. España, tierra visitada por Jesús, visitada por un avivamiento.

Creamos en los resultados y los obtendremos. Dice Mateo 9:29, Conforme a vuestra fe, o sea, esto es hecho.

- Los cortafuegos:
Quizás el avivamiento comienza por un área, pero poco a poco, finalmente, lo incendia todo. A no ser que pongamos el cortafuegos religioso: esta área no... El ejemplo de los hermanos holandeses.
Áreas que Dios quiere avivar: oración, alabanza, niños, jóvenes, evangelismo, misiones, obra social, etc.

7. HAGAMOS ALGO...
Hay quienes piensan que el avivamiento es un acto soberano de Dios y hay quien lo provoca haciendo algo (como Carlos Finney).

1. Hagamos grande el fuego: cada leño en la hoguera.

¿Por qué no arden algunos leños?
Separados: trae tu ofrenda de leña.

Porque están verdes y húmedos en lugar de secos y listos para quemar...
Por la debilidad del fuego (visión del desierto de hielo y una gran hoguera).

Reconciliémonos: unidad, perdón, sanidad.


2. Oración con desesperación (Habacuc) y con perseverancia.

“Todos los avivamientos de los que tenemos noticia han sido ungidos por la
oración”. E.M. Bounds.
Vehemente es apasionado o con lágrimas
Empacho de teología.
No una nueva Reforma en cuanto a doctrina.
Sí un despertar y vivir lo que ya sabemos.
Agonía en oración
Todos los siervos de Dios, a través de los siglos, han agonizado en oración. Los que conocen esta experiencia saben a qué me refiero y por qué esa agonía de parto es inherente al precio que hay que pagar por un avivamiento.
Isaías 66.8 nos dice que: «En cuan do Sion es -
tuvo de parto, dio a luz sus hijos». ¿Puede un bebé
nacer sin dolor? ¿Pue de dar se a luz a un niño sin la
agonía del parto? ¡Claro que no! Debemos volver, amigos, a la
época de la agonía del parto en el alma, si hemos de
orar efectivamente. Habrá que pasar medias noches y
noches enteras en oración para aprender a asirnos de
los cuernos del altar y agonizar en oración, si es que
han de nacer las almas en el Reino y venir avivamien -
tos.
Finney llevó consigo a dos hombres de oración, a Nash y Abel Clary, y mientras aquel predicaba, ellos oraban.
Cuando usted y yo paguemos el precio, entonces Dios actuará.
¿Podremos afrontar el desafío? ¿Estamos dispuestos a aceptar las condiciones? ¿Podemos decir "amen" a un precio así? Usted quiere avivamiento. Yo también. Lo quiero en mi propia alma, en mi propio corazón. Quiero el avivamiento en mi propia vida. Lo quiero como individuo, pero ¿estoy dispuesto a pagar el precio? ¿Estoy en paz con Dios? ¿He confesado o pecado del que tenga conciencia? ¿He hecho restitución? ¿He aprendido cómo afanarme en la oración? ¿Estoy proclamando la Palabra Dios? ¿Actúo en el poder del Espíritu Santo?
Esas preguntas, amigo mío, hay que contestarlas. Cuando usted y yo hayamos pagado el precio, Dios actuará, porque el avivamiento es el resultado de un precio que se ha pagado.

3. Jóvenes son protagonistas: lo que me dijeron unos holandeses (démosles prioridad).

J. Edwin Or, el famoso historiador de los avivamientos dijo: Los jóvenes estudiantes y las reuniones de oración han estado en la primera línea de todos los avivamientos.

4. Creamos que ha llegado el tiempo de España:

Hechos 17:26-27 y de uno hizo todas las naciones del mundo para que habitaran sobre toda la faz de la tierra, habiendo determinado SUS TIEMPOS SEÑALADOS Y LOS LÍMITES DE SU HABITACIÓN, para que buscaran a Dios, si de alguna manera, palpando, le hallen, aunque no está lejos de ninguno de nosotros.
Según esta revelación Dios ha dado a las naciones un lugar específico en el globo terráqueo (antes lo mencionábamos) y tiempos señalados. Lo que más nos importa es entender que Dios da tiempos a las naciones. Pero tiempos para que busquen a Dios.

En la versión Reina Valera 1977 traduce PREFIJADO al verbo 'determinar' de La Biblia de las Américas: habiendo PREFIJADO SUS TIEMPOS SEÑALADOS Y LOS LÍMITES DE SU HABITACIÓN.
Este verbo solo aparece aquí en toda la Biblia. Es el vocablo 'jorízo' que se traduce 'marcar, decretar, designar, poner frontera o límite'.
La idea se registra muy bien en la Nueva Versión Internacional: Hechos 17:26b "... y determinó los períodos de su historia y las fronteras de sus territorios".
Dios ha influido en la historia de las naciones y les ha permitido experimentar diferentes etapas y situaciones. Pero en última instancia la mente omnisciente y sabia del Todopoderoso va conduciendo a los pueblos hacia un tiempo en el que puedan buscar a Dios. Es como un período en el que está más cercano de manera que ellos, que están ciegos y en la oscuridad de la ignorancia, hasta palpando lo van a poder encontrar porque el Señor les va a salir al encuentro.
Si hiciéramos un rápido recorrido a la historia de las naciones podemos distinguir momentos en los que todo lo que ese país atravesaba les ayudó a conocer a Jesús o redescubrir la Palabra de Dios. El Señor se ha movido en los tiempos de los hombres y en épocas pasadas les ha visitado con avivamientos y despertamientos.
Grandes naciones y pequeños rincones del mundo, cada uno de ellos ha tenido, está teniendo o tendrá una época determinada por Dios en la que Él se acerca a ellos de diferentes formas: derrama un espíritu de oración; provoca hambre del Dios Vivo; envía siervos y aviva congregaciones; hace milagros llamativos; mueve recursos y abre puertas para que la Palabra corra y se multiplique por ese territorio.
Nunca olvidemos que aunque los beneficios de un avivamiento se trasladan a todas las esferas de la vida: economía, familia, política, educación, etc. Sin embargo, la intención de Dios es que muchos se arrepientan y le conozcan. Que terminen los tiempos de la ignorancia y ese país conozca al Dios de la Creación.
Estoy convencido de que ha llegado el tiempo para España.

CONCLUSIÓN:
Pidamos: ¡Aviva tu obra! Para la obra en general...

Sigamos orando así: "Oh Jehová, aviva tu obra."

Esa es una oración que siempre debemos elevar.

Si no es la obra de Dios, entonces no puede ser avivada. Tiene que convertirse en obra suya antes que se pueda avivar.

Pero si es obra de Dios, entonces Dios puede avivarla.

¡Pero busquemos el avivamiento personal!

2 Timoteo 2:6-7
6 Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

¿Cuándo tú y yo necesitamos un avivamiento? Cuando hemos perdido nuestro primer amor es cuando necesitamos el avivamiento. ¿Te acuerdas, amigo, cuando recién fuiste salvo? ¿Recuerdas tu amor por las almas? ¿La realidad de la presencia de Dios en tu vida? ¿Recuerdas el gozo que tenías al orar, al testificar, al entonar himnos?
¿Recuerdas el placer de repartir folletos y en especial cuando podías guiar a otros a Cristo? ¿Con qué ansias trabajabas entonces y qué deleite te traía hacer algo por Jesús? ¿Cómo te gustaba leer la Palabra? Pero ¿y ahora? ¿Y hoy? ¿No sientes ese gozo? ¿Se ha apartado de tu corazón el gozo del Señor? ¿Te has descuidado en lo que tiene que ver con su Palabra y la oración? ¿Ha muerto aquel primer amor y hoy todo es trivial? Si es así, mi amigo, tú necesitas un avivamiento.

Oswald Smith (Pasión por las almas).