El Real Madrid de Baloncesto afrontó durante el pasado fin de semana dos partidos muy difíciles, ambos como visitante, contra los dos equipos a los que más veces se ha enfrentado en su historia: el Fútbol Club Barcelona y el Joventut de Badalona. El Real Madrid de Baloncesto era, antes de estos partidos, un equipo en "proceso de cocción" con un rendimiento muy polarizado entre casa y fuera. El resultado final de este complicado fin de semana no pudo ser mejor.

El primer partido fue una victoria formidable y la primera gran alegría de la era Scariolo que, con una exhibición de Lyles y el compromiso de Tavares con fiebre, rompió el mal fario a domicilio en Euroliga y alargó la dictadura blanca a nueve Clásicos consecutivos.

Por otra parte, el segundo partido acabó en un triunfo trabajado y de muchísimo mérito que convirtió al Real Madrid en el primer equipo en asaltar el Olímpico de Badalona esta temporada, impulsado por el demoledor debut en ACB de Alex Len (máximo anotador con cinco mates) y la capacidad de los blancos de sobrevivir al mejor nivel de Ricky Rubio y Ante Tomic en el tramo final.

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