Uno de los motivos por los que más sufrimos, y por los que más nos atormentamos en el día a día, es por la forma de actuar y el proceder que puedan tener las demás personas hacia nosotros y, sobre todo, por las críticas y los reproches que nos puedan hacer acerca de nuestro comportamiento hacia ellas.

Sea tanto el de nuestros seres queridos (nuestra pareja, nuestros padres, nuestros hijos o nuestros amigos) o el de un desconocido que se nos cruce por la calle, siempre nuestro estado de ánimo y nuestra paz interior son vulnerables de verse afectados por la interacción con los demás, y por su manera de tratarnos.

En esta reflexión expondré cuáles son los principales motivos por los que nos afecta tanto lo externo y las opiniones ajenas, y os daré un práctico ejercicio para protegernos de esas situaciones tóxicas, del día a día, con la que nos podemos encontrar.

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