¡SIGUE REMANDO!

Aparentemente los climas cambiaron, tu brújula se averió y los destinos se transformaron abruptamente. Los datos circunstanciales indican que perecerás y frente a eso, solo puedo decirte una cosa: Dios sigue estando contigo y cumplirá su propósito en ti. Dios no improvisa, DIOS SABE LO QUE HACE. Sus métodos son extraños y poco ortodoxos pero SIEMPRE EFECTIVOS. Él permitió los vientos tempestuosos que te embistieron para cambiar de dirección la vela de tu barca. Dios quería cambiar tus rutas y enseñarte que no es a TU MANERA. El timón sigue estando a su cargo.
No te soltara tu Señor, aunque así pareciera. Su silencio está trabajando la firmeza de tu madera. Los mares calmos nunca formaron marineros hábiles. Dios te dice hoy, sigue remando, mis promesas son tu farol. He puesto brea en tus tablas y no te hundirás. Pronto llegarás a puerto. Sigue remando.

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