Los tres conciertos de Shakira en Quito movieron la economía con un impacto estimado de 50 millones de dólares y un récord de 105 mil asistentes. El evento demostró el enorme potencial de Quito como destino de megaespectáculos, pero también expuso debilidades estructurales. Entre las lecciones:Necesidad de un calendario permanente de grandes eventos.Mejor descentralización turística para distribuir flujo y gasto.Reformas urgentes en movilidad y transporte público, el punto más frágil. Aun así, la producción y logística fueron eficientes, mostrando que la ciudad podría competir en el circuito internacional… si ajusta lo que falta.Lucas y Clara comentan: Quito brilla cuando recibe al mundo, pero debe prepararse para que esa luz no se apague en el tráfico.Lucas y Clara es un pódcast de El Comercio. 📩 [email protected] 🌐 www.elcomercio.com

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