Victoriosos en la tentación

21/05/2025 3 min Temporada 5 Episodio 14
Victoriosos en la tentación

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Síntesis del Episodio

Dios y Yo Santiago 1:12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. La tentación pretende hacernos pecar; la prueba forja nuestro carácter. Cuando hablamos de la tentación y la prueba, estamos hablando de dos situaciones que, en la vida, todo cristiano tendrá que enfrentar. Solo que cada una tiene un propósito diferente: la tentación busca hacernos pecar, pero la prueba tiene como propósito forjar nuestro carácter. Ambas tendremos que enfrentarlas. La Palabra hoy nos dice que es bienaventurado el que soporta la tentación. Esto significa que tendremos que estar frente a ella y soportarla. La idea es mantenernos firmes a pesar de las circunstancias que la tentación nos presente. Como ya lo hemos dicho, si no queremos pecar, debemos soportar la tentación. Pero luego viene otro término, que diríamos es donde se obtiene la victoria: “porque cuando haya resistido la prueba”. Acá el término que se utiliza ya no es "soportar", sino "resistir" la prueba. La principal diferencia entre soportar y resistir radica en la forma en que se afronta una situación o un esfuerzo. "Soportar" implica aguantar o tolerar algo sin que necesariamente haya una acción en contra. "Resistir" implica oponerse activamente, ya sea física o mentalmente, a algo que se intenta imponer o que se considera molesto. Esto es lo que los expertos opinan acerca de la diferencia entre soportar y resistir. Estimado lector o escucha, no sé cuánto usted ha tenido que soportar la tentación y emplear todas sus fuerzas para no fallarle a Dios cuando se encuentra ante ella. De eso depende todo el esfuerzo que usted haga y empeñe en resistir la prueba, que traerá como propósito, al final, forjar nuestro carácter delante de Dios. Así que, cuando hoy se encuentre frente a una tentación, ¡sópórtela! Y cuando resista esa prueba activamente, estará demostrando cuánto desea agradar a Dios. Alguien dijo por allí atinadamente que no podemos evitar que las tentaciones lleguen a nuestra vida, tal como no podemos evitar que los pájaros vuelen sobre nuestra cabeza. De la misma forma, las tentaciones estarán a la orden del día. Pero así como podemos evitar que los pájaros hagan nido en nuestra cabeza, también podemos evitar que las tentaciones se arraiguen en nuestra mente. Por lo tanto, en el nombre de Jesús, nosotros también podemos ser victoriosos ante la tentación. Que Dios les bendiga, amados hermanos. Pastores Marroquín