Dios y Yo Hechos 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. La salvación es exclusiva de un solo nombre, y ese nombre es Jesús. El pasaje de hoy abiertamente nos hace esta declaración maravillosa: “Y en ningún otro hay salvación.” Precisamente esto nos deja claro que no hay ninguna otra forma de salvación que no sea a través de Jesucristo, el Mesías Salvador. Estimado hermano o amigo, si usted ya tiene el privilegio de gozar de esta maravillosa salvación, que de su corazón brote diariamente una alabanza de agradecimiento, porque ya ha obtenido lo más importante en esta vida: a Jesucristo como su Salvador. Esto le garantiza una vida presente maravillosa y una gloriosa vida eterna con Cristo Jesús. Así que usted, ahora mismo, puede decirle gracias al Señor por salvarle, por darle vida eterna. Pero si usted aún no ha sido salvo, si aún no tiene a Jesucristo —el único que nos puede salvar— déjeme declararle este mensaje hoy. La Biblia dice claramente que no hay salvación fuera de Cristo: “En ningún otro hay salvación”, dice la Palabra, “porque no hay otro nombre dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” Así que usted hoy, querido amigo, tiene develada la gran verdad que para muchos aún está oculta. Mucha gente cree que la salvación es una forma alegórica que los cristianos usan como referencia para asustar a las demás personas, diciéndoles que hay un infierno que debemos evitar, y que la salvación es lo único que puede librarnos de él. Para muchos esto es un cuento, una fábula, y creen que no hay tal infierno; incluso dicen que el infierno lo vivimos aquí. Por eso hacen caso omiso al mensaje de salvación, que únicamente se encuentra en Jesucristo. Es por eso importante, estimado lector o escucha, que atendamos con diligencia esta salvación tan grande que Jesucristo nos ofrece. Ahora que tenemos la oportunidad, no la despreciemos, no dejemos de lado esta salvación maravillosa que únicamente podemos encontrar en Jesucristo. Porque, como el pasaje nos dice: en ningún otro hay salvación. Es evidente que no hay nada ni nadie que pueda darnos la salvación; únicamente la encontramos en Jesucristo. Porque solo Jesucristo salva. Que Dios les bendiga, amados hermanos. Pastores Marroquín

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