Dios y Yo Romanos 3:23-24 "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús." Nadie regala nada. Ese es un famoso dicho que en la sociedad escuchamos a menudo, pero en Cristo Jesús esto no es cierto. Nuestra salvación es un regalo de Dios para todos nosotros. El texto de hoy inicia señalando nuestra condición: éramos pecadores, separados y alejados de Dios, imposibilitados de arreglar nuestra relación con Él por nosotros mismos. Pero allí es donde entra en escena el personaje más glorioso, hermoso y amoroso que ha existido en toda la historia humana: Jesucristo, el Verbo encarnado, el Cordero de Dios, el Emanuel, Dios con nosotros. Allí podemos observar el amor de Dios manifestado hacia nosotros, enviando a su Hijo Jesucristo a morir en la cruz del Calvario para darnos vida eterna. Es imposible no sentir una sensación de culpa cuando comprendemos realmente cuál era nuestra condición y lo que Cristo vino a hacer para salvarnos. La salvación gratuita no significa que no haya costado nada; a Cristo le costó su vida, y a nosotros únicamente nos corresponde creer en Él como nuestro Salvador. Estimado lector o escucha, esta es la oportunidad más grande que el ser humano puede tener: entregarle su vida a Cristo, para que Él perdone sus pecados. Todos tenemos pecados, y si no acudimos al único que puede perdonarlos, estamos condenados a muerte por la eternidad. Pero Cristo vino y murió en la cruz del Calvario para darnos vida eterna y otorgarnos salvación. Por ello, el texto de hoy nos dice que todos estábamos destituidos de la gloria de Dios, pero que en Jesucristo, su Hijo, Dios nos otorgó la justificación gratuitamente por su gracia, obrando la redención para nosotros. Estimado lector o escucha, es ahora o nunca. En Cristo Jesús usted puede obtener la salvación, y no tiene que pagar nada. No porque no cueste, sino porque alguien más ya pagó el precio: Cristo Jesús. Por ello, hoy usted debe aceptar este regalo que Cristo nos ofrece y obtener la salvación gratuita en Él. Que Dios les bendiga, amados hermanos. Pastores Marroquín

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