Imposible que Dios deje de amarnos

24/05/2025 4 min Temporada 5 Episodio 21
Imposible que Dios deje de amarnos

Escuchar "Imposible que Dios deje de amarnos"

Síntesis del Episodio

Dios y Yo Romanos 8:38-39 "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro." No se trata tanto de que nosotros dejemos de amar a Dios, sino de que Dios nunca dejará de amarnos. El texto que hoy estamos meditando tiene una particularidad muy importante para nuestras vidas: habla sobre el amor de Dios hacia nosotros. Lo que el texto afirma es que nada nos puede separar del amor de Dios. A veces este pasaje se malinterpreta como si dijera que nosotros jamás dejaremos de amar a Dios, pero el verdadero contexto indica que ninguna circunstancia de la vida puede hacer que Dios deje de amarnos. Su amor estará siempre sobre nosotros. Y es interesante notar lo que el texto no dice al final: “nada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús”. No está hablando de nuestro amor hacia Él, sino del amor que Dios nos tiene a nosotros. Por eso, al titular el devocional de hoy, pensamos en la imposibilidad de que Dios nos deje de amar. El amor de Dios está sobre nosotros todo el tiempo. Aclarando esto, también debemos explicar que el amor de Dios hacia nosotros no significa automáticamente que ya somos salvos; debemos responder positivamente a ese amor. No hay nada que podamos hacer para que Dios deje de amarnos. Nada que suceda hará que su amor se retire. Él nos ama en medio de cualquier tribulación, sin importar nuestra condición espiritual: si somos buenos, si somos malos, Dios siempre nos amará. No existe acción alguna de nuestra parte que lo haga dejar de amarnos. Me impactó lo que una vez escuché: los verdugos de Jesús hicieron todo lo que quisieron con Él cuando fue crucificado. Lo golpearon, escupieron su rostro, le pusieron una corona de espinas, lo clavaron en una cruz. Hicieron de todo... excepto una cosa: no lograron que Jesús dejara de amarlos. Por ese motivo, también creemos firmemente que nada de lo que hagamos podrá apartarnos del amor de Dios. Nada de lo que digamos podrá hacer que Él deje de amarnos. Pero la pregunta que debemos hacernos es: ¿cómo estamos nosotros amando a Dios? Estimado lector o escucha, recuerde que la Palabra hoy nos dice que nada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús. Si usted ya ha recibido ese amor en su corazón y está respondiendo positivamente a él, abrácelo con tanta fuerza que nada pueda separarlo de ese amor bendito. Pero si aún no ha respondido a ese amor que Dios también ha manifestado por usted, querido amigo, hoy es una buena oportunidad para recibir la muestra de amor más grande que Dios ha dado a este mundo: entregó a su Hijo Jesucristo para que, por medio de Él, usted y yo podamos ser salvos. Recuerde esto: es imposible que Dios deje de amarnos. Que Dios les bendiga, amados hermanos. Pastores Marroquín