Dios y Yo Filipenses 2:13 Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. Cuando nos enfocamos en hacer la voluntad de Dios, la vida se vuelve mucho más fácil. El texto de hoy nos dice que Dios es quien produce en nosotros tanto el querer como el hacer, lo que significa que debemos dejarnos guiar por su voluntad. Fuimos creados con libre albedrío, pero cuando permitimos que Dios lo dirija, nuestra vida se vuelve más sencilla e interesante en sus manos. Él toma el control de nuestro ser y de nuestras acciones, y en nosotros se produce el querer y el hacer según su propósito. Para un cristiano, vivir conforme a la voluntad de Dios no es una lucha ni un sacrificio, sino algo natural y hermoso. Cuando Dios guía nuestra vida, el querer y el hacer se convierten en algo maravilloso, porque es fruto de su obra en nosotros. Estimado hermano o amigo, si hoy está leyendo o escuchando este devocional, permítame decirle que cuando se deja abrazar por la voluntad de Dios, sus actos y su vida se vuelven naturalmente agradables a Él. Su manera de actuar y vivir reflejará la voluntad de Dios de manera genuina, porque Él lo está guiando correctamente. Así que, querido lector o escucha, si desea agradar a Dios cumpliendo su voluntad, entréguese a su gracia y misericordia. No sentirá que debe hacerlo por obligación, sino que lo hará con gozo, porque Dios produce en nosotros el querer y el hacer. Esto traerá gran bendición a su vida, pues permitirá que la voluntad de Dios la dirija. El texto finaliza diciendo: Por su buena voluntad. Dios obra en nosotros conforme a su plan perfecto. Cuando dejamos nuestra voluntad en sus manos, nuestro actuar, nuestro querer y nuestro hacer estarán alineados con su propósito. Así, viviremos cumpliendo la voluntad de Dios en nuestra vida. Que Dios les bendiga, amados hermanos. Pastores Marroquín

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