Dios y Yo S. Mateo 21:13 "...y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones." La visión se nubla cuando se pierde de vista el propósito principal. Acá nosotros encontramos una escena donde Jesús llega al templo y encuentra que el propósito por el cual el templo se había construido se había cambiado, y de una casa de oración se había convertido en una cueva de ladrones. Esa fue la expresión que Jesús usó al acercarse al templo y encontrar a mucha gente haciendo algo diferente a lo que había sido la creación del templo. Es importante que nosotros reevaluemos y podamos observar cuál es el propósito de nuestra vida, y si realmente estamos siguiendo el propósito por el cual Dios nos creó. Si hemos cambiado ese propósito de vida, pues es tiempo de rectificar. Podemos hacerlo; aún estamos a tiempo. Jesús tomó un azote —dice la Palabra— y sacó a todos aquellos que habían cambiado el propósito por el cual el templo había sido creado. Dios anhela que cada uno de nosotros podamos reconocer cuál es el propósito por el cual fuimos creados, y retomemos el camino haciendo lo que a Dios le agrada, y no tratando de buscar nuestra conveniencia, sino haciendo la voluntad de Dios. La razón por la cual Jesús se molestó al observar el templo fue porque un lugar que se había construido para buscar a Dios en oración —o como Él lo diría, una casa de oración— se había prostituido haciendo algo para lo cual no fue creado ese lugar. Es importante que nosotros contextualicemos esa escena y la llevemos a nuestras vidas. Nosotros fuimos creados para adorar a Dios, y también nuestro cuerpo es conocido como templo de Dios. Veamos si no hemos cambiado el propósito por el cual Dios nos creó, y retomemos el propósito por el cual fuimos creados: para hacer la voluntad de Dios. No olvidemos que fácilmente podemos desviarnos del propósito de Dios para nuestras vidas y estar haciendo algo diferente de lo que fuimos creados para hacer. No olvidemos que nuestro Dios quiere que podamos adorarle. Si no estamos haciendo eso de la manera que Dios lo desea, pues hemos convertido nuestra vida en algo diferente a lo que Dios desea para nosotros. Estimado lector o escucha, yo no sé cuál sea su conducir en la vida en estos momentos; usted y Dios lo saben perfectamente. Hoy puede ser el primer día del resto de nuestras vidas, que nosotros ocupemos todo nuestro ser para lo que realmente fuimos creados: para alabanza y gloria de Dios. Reevaluemos si no estamos siendo para lo que nosotros fuimos creados, y podamos reiniciar nuestra vida haciendo lo que Dios quiere que hagamos, y no lo que a nosotros se nos antoje hacer. Recibamos como una exhortación para nosotros el texto de hoy, porque la casa de Dios —que somos nosotros— fue creada para adorar a Dios. Y si no estamos cumpliendo ese propósito, si no estamos cumpliendo el propósito por el cual fuimos creados y estamos prostituyendo la casa de Dios, hagamos cambios, y no cambiemos el propósito por el cual fuimos creados. Que Dios les bendiga, amados hermanos. Pastores Marroquín

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