Dios Y Yo "Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan." Salmos 119:2 "La Biblia es el libro de mi Dios, en ella confío yo." Este es un segmento de un coro muy antiguo que solía cantarse en las iglesias, dando alabanza a la Palabra de Dios. Todo el Salmo 119 es un poema dedicado a la Biblia, y cada palabra que allí se lee está dirigida a exaltar la Palabra de Dios. El pasaje de hoy nos dice que es bienaventurado quien sabe guardar esta palabra bendita. Vemos que aquel que la guarda es bendito por Dios, pero guardar la Palabra de Dios no significa solo memorizarla, sino llevarla a la práctica. Aquí radica la gran diferencia entre conocer la Biblia y vivir conforme a ella. Debemos guardarla en nuestros corazones, viviéndola día a día. Luego encontramos que no solo se trata de guardarla, sino también de buscarla. Esto implica una intención activa, es decir, hacer que la Palabra sea parte de nuestra vida. Hay una gran diferencia entre guardar la Palabra y buscarla. Cuando la guardamos, es porque ya está en nuestro corazón; pero cuando la buscamos, es porque aún necesitamos más de ella en nuestras vidas. Es importante que entendamos estas dos acciones que menciona el versículo: guardar y buscar la Palabra de Dios. Estas dos van de la mano. No olvidemos, amados hermanos y amigos, que podemos conocer la Palabra, saber mucho de la Biblia, pero no practicarla. O incluso, conscientemente, podemos dejar de buscar de la Palabra de Dios. No sé cuál sea la acción que usted necesite implementar ahora. Si debe guardar la Palabra, es decir, hacerla más práctica en su vida, hoy es un buen día para comenzar. O si necesita buscar más de la Palabra, también puede empezar ahora. Que nuestra vida sea una exaltación de la Palabra de Dios. Estimado lector o escucha, no sé cuánto de la Palabra de Dios necesita en su vida, pero quiero recordarle que si la guarda y la busca, la Biblia dice que usted es bendito por Dios. Que Dios les bendiga, amados hermanos. Pastores Marroquín

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