Dios y Yo Proverbios 27:17 Hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su amigo. La verdadera amistad es aquella que nos ayuda a crecer en todas las áreas de nuestra vida. El texto de hoy nos habla precisamente de esas relaciones interpersonales que llegamos a construir y hace una comparación de cómo el hierro afila a otro hierro. De esta manera, dice que también un buen amigo o una buena relación nos agudiza, es decir, nos hace mejores cada vez que nos relacionamos. Es importante que entendamos el significado de este hermoso proverbio que el sabio Salomón, inspirado por el Espíritu Santo, nos dejó plasmado. Cuando escogemos nuestras amistades, debemos reconocer si esa amistad nos está ayudando a crecer o, por el contrario, nos está restando valor. No olvidemos que la Palabra nos recuerda: "El que anda con sabios, sabio será; pero el que anda con necios será quebrantado." Por ello, debemos tener amistades que nos ayuden a crecer, que nos edifiquen, que construyan y no destruyan. Como conocedores de la vida, debemos saber escoger nuestras amistades y buscar aquellas que fortalezcan nuestro espíritu. Estimado lector o escucha, pareciera un poco egoísta hablar sobre elegir buenas amistades, aquellas que sumen y no que resten, pero no olvidemos que cuidarnos de esta manera es la única forma de crecer espiritualmente. Es necesario ser cuidadosos con nuestra actitud, con cómo nos edificamos entre nosotros y reflexionar sobre las personas de las que nos rodeamos. No olvidemos que, siempre que estemos con otros, debemos ser quienes influyan con lo bueno en nuestro círculo de amistades, tomando todo lo positivo que podamos encontrar en ellos. Así como el hierro afila a otro hierro, el hombre motiva e impulsa a su amigo. Por eso, el consejo de la Palabra es que sepamos escoger amistades que nos ayuden a crecer espiritualmente y nos impulsen a ser mejores. Busquemos amistades que sumen y no que resten. ¡Que Dios les bendiga, amados hermanos! Pastores Marroquín

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