El coaching y el acompañamiento espiritual son dos enfoques diferentes que se utilizan para ayudar a las personas a alcanzar sus objetivos y superar desafíos, pero se centran en áreas distintas y utilizan metodologías diferentes: (esto es importante al momento de distinguir y de formularse una idea)
1.    El enfoque del coaching es un proceso
en el que un coach (entrenador) trabaja con un cliente, no un paciente, para ayudarle a identificar y alcanzar metas personales o profesionales específicos. El enfoque suele estar en el desarrollo personal, el crecimiento profesional y
la mejora de habilidades específicas.
2.    La metodología del coaching: los coachees utilizan técnicas de escucha activa, formulación de preguntas adecuadas, y establecimiento de metas para ayudar al cliente a explorar sus
desafíos y encontrar soluciones. El coaching puede ser más pragmático y enfocado en resultados tangibles. En buscar resultados, el objetivo del coaching es lograr cambios medibles y tangibles en la vida del cliente, como mejorar el desempeño laboral, aumentar la productividad o alcanzar metas
personales específicas.

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