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Síntesis del Episodio
EPISODIO 13 – El Mirador de Torremocha: la atalaya de la judería
La torre de Torremocha, de planta octogonal, fue uno de los símbolos defensivos más importantes de Calatayud. Construida en tapial y mampostería, su presencia dominaba el paisaje y servía como atalaya estratégica para vigilar los caminos, el valle y las murallas.
Desde allí se contemplaban las torres de Santa María y San Andrés y el castillo de Doña Martina, componiendo un panorama que unía religión, poder militar y vida civil. La torre protegía la judería, aseguraba los accesos y daba confianza a los habitantes en tiempos de paz, pero también se convirtió en testigo de los momentos más duros: las guerras medievales, las epidemias de peste y la destrucción del Barrio Nuevo en 1362.
Torremocha sigue siendo un símbolo de memoria y resistencia. Subir hasta su mirador y dejar que la vista se pierda en el horizonte es repetir el gesto de los vigías y rabinos que otearon el futuro de la aljama. La piedra desgastada de la torre es un recordatorio de que las comunidades pueden desaparecer, pero sus huellas permanecen como testigos eternos.
La torre de Torremocha, de planta octogonal, fue uno de los símbolos defensivos más importantes de Calatayud. Construida en tapial y mampostería, su presencia dominaba el paisaje y servía como atalaya estratégica para vigilar los caminos, el valle y las murallas.
Desde allí se contemplaban las torres de Santa María y San Andrés y el castillo de Doña Martina, componiendo un panorama que unía religión, poder militar y vida civil. La torre protegía la judería, aseguraba los accesos y daba confianza a los habitantes en tiempos de paz, pero también se convirtió en testigo de los momentos más duros: las guerras medievales, las epidemias de peste y la destrucción del Barrio Nuevo en 1362.
Torremocha sigue siendo un símbolo de memoria y resistencia. Subir hasta su mirador y dejar que la vista se pierda en el horizonte es repetir el gesto de los vigías y rabinos que otearon el futuro de la aljama. La piedra desgastada de la torre es un recordatorio de que las comunidades pueden desaparecer, pero sus huellas permanecen como testigos eternos.