Madrid, a 23 de octubre de 2020.
El cuento de hoy se titula “Una competición de sapos” y se lo quiero dedicar de una manera muy especial a una amiga que hoy cumple años y se llama Virginia.
Yo también me he sentido un sapito a lo largo de mi vida y en ocasiones he tenido que hacerme el sordo para no distraer mi fuerza interior con comentarios destructivos. Cuando soy capaz de quererme y de aceptarme, aprendo a hacerme el sordo; existen personas que con sus palabras solo intentan desanimarte para que no puedas alcanzar la meta.
Reflexionemos:
¿He sido capaz de hacerme el sordo, ante un ataque frontal a mi desanimo?
¿He sido capaz de desanimar a alguien para que no consiguiera sus propósitos?
¿Cuál es mi actitud ante la vida, refuerzo lo positivo o subrayo lo negativo?
“Lo importante es llegar y a veces los ruidos pueden distraernos de la meta”
Jesús Arias

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