En este prólogo, presento el estoicismo como una filosofía práctica para vivir con virtud, razón y aceptación de lo que no podemos controlar, resaltando su vigencia tanto en el mundo antiguo como en la vida moderna. Este proyecto personal nace de mi búsqueda de establecer una conversación íntima con el oyente: me paro solo frente al micrófono, en alguna calle o lugar solitario, hablando desde la reflexión y la sinceridad. Mi objetivo es abrir este espacio para, en el futuro, abordar otros temas relacionados con el estoicismo y cómo aplicarlo a la vida diaria. Más que un dogma, el estoicismo se ofrece aquí como una herramienta flexible para enfrentar los desafíos cotidianos con serenidad y propósito.

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