En este capítulo de Diario de un Estoico, rendimos homenaje a José “Pepe” Mujica, un hombre que vivió con la virtud como guía y la sobriedad como bandera. A través de sus propias palabras, exploramos cómo encarnó los principios del estoicismo moderno: la búsqueda de la felicidad interior, la coherencia ética y la crítica lúcida al consumo desmedido. Más que el “presidente más pobre del mundo”, recordamos a Mujica como uno de los hombres más ricos en espíritu, un faro de humanidad en tiempos oscuros.

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