Hoy recordamos que podemos ser compasivos a pesar de que a veces sea incómodo, aunque no siempre se cumplan nuestras expectativas. Este día nos damos la oportunidad de Recordar que existe un aspecto de la belleza que dura para siempre.  Somos completamente capaces de percibir esta armonía que permanece bajo los cambios en lo físico.  Y nos damos cuenta de que nosotros elegimos la forma de interpretarla y la fuerza con la que vamos a responder a ella, todas nuestras interacciones se realizan desde Nuestro Centro de Voluntad. En este mundo de dualidades y extremas situaciones, es evidente que están interactuando siempre estas dos fuerzas, invisibles pero muy tangibles.  En escritos ancestrales le han llamado “el bien y el mal”, “lo puro y lo impuro”, “lo sagrado y lo profano”, etc.  Sin importar la cultura o tradición espiritual que analicemos, observamos que coinciden en Un mismo “pensamiento Divino de Creación”, eso “sobrehumano” que Es Puro y Siempre lo ha sido, ya sea que le llamemos “Dios”, “Gran Espíritu”, “El Todo”, “La Mente”, o “El Universo”.   También todas coinciden en que Nosotros, Somos un Fractal de Eso, (fractal significa que la fórmula completa se encuentra en cada fragmento del Todo). Ya sea que nos sintamos “parte” de eso o no, podemos reconocer que el fragmento de Vida que hace latir nuestro corazón, es luz, es energía Viva pulsante, y que este cuerpo sin ese pulsar, caería desplomado sin energía vital.  Desde este reconocimiento, podemos sentir que mientras estemos vivos, estamos moviendo esta energía de dentro hacia fuera, todo nuestro cuerpo se moviliza gracias a esa mente que localiza esa energía y autoregula todas las funciones.  Confiamos en esta energía de inteligencia automática, ya que le confiamos nuestra respiración, circulación, digestión, etc. Si nos sentimos presentes aquí ahora en nuestra mente y cuerpo, y nos distinguimos claramente, nos damos cuenta que Somos esa energía y que no somos el cuerpo que la recibe.  Así como el cuerpo y mente son un recipiente, nosotros nos dejamos de identificar con el recipiente, y nos comenzamos a identificar con el Agua que está dentro de él. Y vamos mas allá, si ese flujo sale por nuestro corazón, entonces nosotros Somos ese portal, o ese manantial del cual sale ese pulsar eléctrico, esa agua que llena el recipiente, es tanto a veces que el recipiente (el cuerpo) se desborda de esta energía, e irradia todo eso en forma de arte, de dar, de creaciones, de Amor en todas sus formas, Belleza, Armonía, Compasión.  Ahora puedes sentir que Eres La Fuente Eterna de Eso. En nuestra Vida diaria podemos ReCrear nuestra forma de ver y sentir, de irradiar ante Todo y Todos, esta persistencia en la emanación es Natural en nosotros, cuando nuestra mente no tiene obstrucciones en forma de creencias arraigadas o hábitos viciosos.   Hemos de estar al acecho persistente de esa belleza que distrae, y encontrando la belleza que permanece, esa que persiste debajo de lo que etiquetamos como “injusto”, “feo”, “indeseable” o “mejorable”. Cualquier etiqueta que nos distraiga, está impidiendo que veamos la realidad que está presente, la belleza y la armonía subyacente en Todo. Pregúntate a ti mismo: ¿Mi compasión es persistente y consistente? ¿Estoy dispuesto a perseverar por el otro si lo necesita? ¿Qué eso que persiste más allá de la belleza física? ¿Puedo percibir la belleza de lo inmaterial detrás de algo que etiqueto como “feo”, doloroso, o desagradable? ¿Soy capaz de persistir sintiendo compasión por quienes no se dan cuenta de lo que hacen? Ejercicio del día: En medio de tu atareado día, tómate un momento para llamar a alguien que necesite de una palabra compasiva. Visualiza cosas o personas que te parecen bellas y enfoca tu atención en la luz o energía que está irradiando desde el interior de ese objeto o persona.  Aunque sientas que no ves o percibes nada, puedes pensar: “Gracias por existir... continúa en el audio.......

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