Dios llena el entregado con vida y misión divinasLo que Dios demanda, no lo demanda nunca en vano: Él lo utilizará. Pero Dios no usa de tal manera que quien dona, donando, se agote, se pierda, se deba disolver. No se apropia de nada dejando tirado tras de sí, consumido, al que dona. A quien se ha vaciado de sí, lo llena con vida divina, con misión divina. […]El único requisito: una disponibilidad libre y de buena voluntadLo único que [Dios] requiere es el siempre nuevo ponerse-a-disposición en el interior del continuo ser-dispuesto. Él quiere una disponibilidad libre y de buena voluntad.Del comentarioRetomando el proceder del sí, que María vive para los dos estados, mas que para nosotros significa discernir si tenemos una pregunta «especial» es decir, una vocación por parte de Dios o si podemos disponernos al matrimonio. Retomando entonces este proceder de Dios, si tenemos una vocación a la vida consagrada, Dios se manifiesta en nosotros con un movimiento interior hacia Él, una inquietud.En los ejercicios espirituales, el medio más excelso para discernir la voluntad de Dios, puede ser que hayamos visto claramente que Dios nos llama, o puede ser que no. […]–––––––––––––––-El episodio ha sido transmitido en el marco del programa «Vida consagrada» de Radio María España el 4.1.24.Descargue el libro Ancilla DominiMás textos enbalthasarspeyr.org/es/publicaciones

Ver todos los episodios