Los sentidos: puerta para Dios y el prójimo[Repetición]: El hecho mismo de que ella vea y escuche al ángel descansa ya en la sumisión obediente de sus sentidos a la vida sobrenatural, a la vida de la gracia de Dios. Del comentarioEsta pequeña oración, que ya hemos comentado la semana pasada, nos ha llevado paulatinamente primero a valorar los sentidos y el cuerpo cómo un bien en sí. Segundo, nos ha mostrado que el fin de nuestros sentidos es el servicio, es someterlos algo más grande y noble que les da su plenitud definitiva.Detenemos nos un poco más en la primera parte: la valoración de nuestros sentidos y del cuerpo. […]Dios abre los sentidos a su verdadero sentido (Del comentario)Ahora bien, esto no significa que nosotros cristianos, para ser tales, debemos mirar primeramente a los paganos para aprender lo que significa seguir a Cristo. No, esto significa que frente a la realidad, lo que hay primeramente es la realidad misma y esta está pidiendo un prójimo de ella, y este «estar pidiendo» es algo que Dios mismo ha puesto en su corazón. La morada que preparamos en nosotros para esta realidad, la forma que tomará nuestra compasión será muy diferente según el lugar que hemos preparado para el Espíritu Santo en nosotros. […]–––––––––––––––-El episodio ha sido transmitido en el marco del programa «Vida consagrada» de Radio María España el 9.11.23.Descargue el libro Ancilla Domini Más textos en balthasarspeyr.org/es/publicaciones

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