Jazmín Marturet entendió de muy chica que la comida era un vehículo para hacer felices a otros. Su abuela le enseñó la importancia de cocinar rico y casero; su abuelo a pensar en la alacena como una caja de sorpresas.
Aunque estudió en el IAG siempre supo que la verdadera prueba de fuego estaba en las cocinas de los restaurantes así que fue ahí que empezó a hacer experiencia.
Iba a viajar a Europa para seguir formándose pero la vida tenía otros planeas para ella.
Armó un centro de producción en San Isidro y se dedicó al mundo de los eventos.
Cuando llegó el momento de renovar el contrato y salir a buscar un nuevo espacio el destino la llevó junto a su padre y socia a La Paternal.
¿El resultado? MN Santa Inés, un local que está en boca de todos!

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