Seguimos con el “Segundo Fin de Mies” que es: “Ofrecernos a la Iglesia para cualquier clase de apostolado infantil y juvenil”. Es decir, ofrecer nuestra Asociación a los obispos, a los párrocos y a los sacerdotes que tuvieran deseos de tenernos en su lugar apostólico.

En primer lugar, quiero dejar claro que los niños y jóvenes serán Misioneros de la Esperanza, plenamente, aunque de la Sección Infantil, que tiene unas exigencias adecuada a niños y unas exigencias adecuadas a jóvenes, que no son lo mismo que las exigencias de un Misionero de la Esperanza de Co-munidades, tengan “votos” o no.

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