Hay manifestaciones en nuestra conducta que evidencian nuestro alejamiento, infidelidad y falta de convicción en nuestro ministerio.
Reflexionemos en cual es nuestra debilidad. Nuestra fe son nuestras convicciones, valores y certeza de las cosas que no podemos ver.
Cuando nosotros caminamos en nuestros ideales conectados con los valores y principios de Dios, nosotros concluimos e incluimos los principios del Dios Creador.
Sólo cuando aceptamos a Dios en nuestro corazón, mente y espíritu, nos hacemos hijos de Él.
Dios ama a los corazones honestos. Dios es fiel en sus promesas.
La responsabilidad de caminar en Dios es nuestra. Dios nunca te va a obligar a ser fiel, y tampoco controla tus pensamientos. Tu tienes el libre albedrio.
Dios premia nuestra fidelidad. Somos fieles por la nueva naturaleza. Esta es nuestra fe. Seamos fieles por la nueva identidad y a nuestras convicciones.
Fidelidad es convicción. Dice el Señor: miren tus ojos por mis caminos. Pondrás primero a Dios por sobre todas las cosas.
Todo aquel que ama a Dios puede hacer cualquier cosa por obra de Él.
Cuida de ser fiel a tu ministerio e infiel a Dios. Eso puede pasar.
Magnifica siempre la fidelidad abrazada a la lealtad, en tu espíritu y en tu mente.
Busca siempre las relaciones cordiales en Casa. Que el naturaleza de la ofensa. nunca te aleje de la Casa en que has sido plantado para ser fruto y luz.

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