Todas las cosas obran conjuntamente para el bien, excepto a juicio del ego, pues para este último es fundamental que sigamos sintiéndonos amenazados por Dios, ya que sino, al dejar de sentir miedo de nuestro propio Creador y reconocer la inutilidad del "yo", dejaríamos de querer esta falsa identidad y buscaríamos donde están todas las respuestas.

El truco fundamental es creer que somos un cuerpo y que los impulsos que parecen venir del cuerpo son lo mismo que los pensamientos de Unidad que vienen de Dios. El ego odia al cuerpo y odia a Dios, por lo que intenta mantener confundida a la mente sobre dónde encontrar protección, para que no recurramos a Dios en busca de salvación. Al no poder tampoco recurrir al ego, éste simplemente oculta la pregunta, pero la sensación de desasosiego que esto produce es ciertamente real para la mente aturdida por la falta de claridad.

Jesús, en cambio, nos dice que no tengamos miedo de buscar en Dios, pues en Él es donde hallamos todas las respuestas, ya que el ego es capaz de plantear muchas preguntas, pero realmente nunca da ninguna respuesta significativa.

El lema del ego es "busca pero no halles" por lo que hace lo posible para obstaculizar nuestro aprendizaje de buscar a Dios donde sí está, generando aparentes problemas cuya solución es imposible para mantenernos en la irrealidad.

Por tanto, la pregunta adecuada siempre será: Para qué hago esto? Cuál es su propósito? Esto me ayuda en mi camino de regreso al Hogar o me retrasa?????

Ver todos los episodios