Después de cada “Tengo que”, sabemos que casi seguro viene una obligación y no un deseo, algo que nos motive. Ese “Tengo que” es un choque emocional tan fuerte en nuestra narrativa que nos predispone de una manera negativa a lo que sea que debamos afrontar. 
Ahora bien, ¿qué pasa si cambiamos ese “Tengo que” por un “Quiero”? Ahí nos estamos haciendo cargo, es una elección. Si al “Quiero” le sumamos un argumento de todo lo que nos permite hacer esa decisión, inmediatamente se cambia la perspectiva negativa por una mucho más positiva. 
¿Y cómo puedo hacer eso? En el episodio de hoy de Bienestar Online te invito a que repensemos todas esas frases que solemos decir para que juntas modifiquemos nuestro vocabulario y notemos de qué otra manera podemos aumentar la confianza para ser creadoras de nuestras vidas. 
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