No hay motivo para que la ciudadanía padezca las consecuencias de la imposición de recetas macroeconómicas, sean estas keynesianas, liberales o celestiales. El ciudadano tiene derecho a "blindarse" económicamente para resistir a estas políticas económicas, sin importar lo urgente y necesarias que le parezcan al gobernante de turno. Para ello cuenta con recursos no utilizados que puede poner en valor y que están a su alcance. Sólo se necesita un mercado adecuado donde todos son productores y consumidores al mismo tiempo, y un medio de intercambio que, como proponía Silvio Gesell,se utilice para el intercambio y nada mas. Por Carlos De Sanzo
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