7 DE SEPTIEMBRE Mateo 12:28-30 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa.] El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama. Jesús nos libera completamente. ¿Hasta donde libra Jesucristo? Su autoridad no proviene de pactos oscuros ni de fuerzas humanas, sino del poder de Dios. Cuando Jesús se manifiesta, el dominio de Satanás es destruido, las cadenas caen y la luz triunfa sobre las tinieblas. El hombre fuerte, nos recuerda que nadie puede arrebatar lo que pertenece a nuestro enemigo, a menos que primero lo ate, pero Jesucristo vino precisamente a eso: A atar completamente a satanás para darnos libertad. Solo en Jesús tenemos libertad, ya que nos libró completamente y ya no estamos bajo la esclavitud del pecado ni del temor. Ahora ya no hay neutralidad o estamos con Cristo, recogiendo con Él, o estamos contra Él, dispersando. No hay terreno intermedio, no existe el compromiso parcial. Seguir a Jesucristo es una decisión radical que define de qué lado estamos. ¿Lo seguirás con todas sus consecuencias y disfrutaras su Misericordia, Amor y Perdón? ¿Estás viviendo en esa libertad? Oración: Ven delante de Dios y dale gracias porque ha atado al enemigo y te ha hecho libre. Pídele que te ayude a caminar en esa libertad y a no ceder terreno al pecado ni a la tibieza. ¡Que Dios te bendiga y te ayude en tu propósito! ¡Que tengas un buen día! Amén. DTAA

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