8 DE OCTUBRE Oseas 2:14 “Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón”. Atravesando el desierto. ¿Cómo podemos atravesar un desierto? El desierto es un lugar de muchas carencias, de hambre, de sed y de soledad. Pero en medio del desierto también hay un propósito. Es allí donde Dios quiere hablar a tu corazón. Él ha visto tus luchas, tus lágrimas y tus silencios, pero no te ha dejado solo. En ese lugar árido, Dios quiere enseñarte a depender más de Él, a escuchar su voz por encima del ruido y fortalecer tu fe. El desierto no es un castigo, es una escuela. En él se forma la confianza, se purifica el amor y se renueva tu Esperanza. Aunque parezca que no hay agua ni refugio, Dios sigue siendo tu sustento. Él te dará nuevas fuerzas y abrirá caminos donde no los hay. Ten por seguro que Él saciará tu sed y estará a tu lado. Cuando sientas que ya no puedes más, recuerda: el desierto no es tu destino final, sino el camino hacia tu tierra prometida. ¡Pon tu confianza en Dios y no dudes! Oración: Ven delante de Dios y pídele que te ayude a atravesar el desierto con fe y Esperanza. Pídele también que te enseñe a confiar, incluso cuando no veas salida o te quedes sin agua. Dile que te fortalezca para seguir adelante, y que tu amor por Él crezca aún en medio de la prueba. Se agradecido porque Él sigue siendo tu refugio y tu fuente de Vida aún en las condiciones más adversas. Dios te bendiga. ¡Que tengas un buen día! Amén. ADP

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