Mientras el Caribe vive una escalada sin precedentes con la presencia de buques estadounidenses, el director del Centro para una Sociedad Libre y Segura (SFS), Leonardo Coutinho sostiene que el verdadero impacto de las maniobras de Washington no es bélico, sino psicológico y financiero. “El daño más fuerte que está sufriendo Maduro no es el miedo a un ataque, sino el colapso interno del negocio del narcotráfico”, explica Coutinho.“Está perdiendo ingresos, estabilidad entre sus socios y control dentro de su propio régimen. La presencia militar estadounidense está creando una fractura interna que puede ser más peligrosa que una intervención directa.” Para Coutinho, las opciones de desenlace para el régimen se dividen en tres rutas posibles:Una extracción directa: “El escenario más riesgoso. No imposible en términos operativos, pero con consecuencias imprevisibles.”Un golpe blando o salida pactada: “Un quiebre dentro del régimen que permita la salida de Maduro hacia un destino como Rusia o Cuba, llevándose consigo a su círculo más cercano —su esposa, Diosdado Cabello y el núcleo duro— y dejando espacio a una transición parcial en Venezuela.”Una fractura interna entre facciones: “El régimen podría implosionar desde adentro. Hay desconfianza, miedo y tensión dentro del Ejército y de los grupos aliados. La presión económica y la presencia de tropas estadounidenses está sembrando pánico entre los mandos medios.”Oro, vuelos y fuga de activos“En las últimas semanas, hubo vuelos hacia Nicaragua, Rusia, República Dominicana y África”, que revelan señales de alerta.“No es que se estén fugando aún, están sacando dinero y oro, preparando sus activos en el extranjero. Es lo que hace quien ya siente el agua al cuello.”“Lo que vemos hoy no es un preludio de guerra. Es una guerra de nervios.Estados Unidos está ganando sin disparar un solo tiro, y Maduro lo sabe.”

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