Mt 9, 14-15
En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercaron a Jesús, preguntándole: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?». Jesús les dijo: «¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán».


¿Qué es para ti la Cuaresma Jesús?

Llevamos dos días y sigo preguntándome qué es la Cuaresma. Hoy es viernes, toca abstinencia. Y ayuno. Bueno, ayuno no lo sé, igual es solo abstinencia, que el miércoles ya ayunamos. Pero vamos, que hoy no puedo comer carne. El caso es que quería entender mejor qué es la Cuaresma.

Así que te pregunto a ti, Jesús ¿Qué dirías de mi cuaresma?
Te imagino riendo al verme con el jamón serrano en la boca y la cara que pongo al darme cuenta de que es viernes de cuaresma. O mirando los ingredientes de una bolsa de patatas para ver si llevan jamón. Y las dudas que me vienen todos los años “¿será pecado?” “Pero, si no me he dado cuenta no pasa nada ¿no?” “Tío, entonces para qué me lo dices… Espera a que me lo acabe.” "Ahora me siento mal, ¿lo tiro?”

Esta es mi cuaresma, Jesús. ¿Qué te parece? Así contada, me da un poco de vergüenza. Por eso quiero saber cómo es la tuya.

Tú, que compartes corazón conmigo.
Tú, que conoces el desierto.
Que te has hecho hombre débil por mí.
Tú, que sangras igual que yo.
Que fuiste tentado por el diablo.
Tú, que eres Dios.

¿Qué es Cuaresma, Jesús?
Cuaresma es cuarenta.
Cuarenta días para amar.
Cuarenta pasos que dar.
Cuarenta noches preparando esa noche.
Cuarenta veces recordando mi nombre, Jesús.
Cuarenta ocasiones para decirle que sí al Padre.

Cuaresma es un estómago vacío que aprende a decir: ”No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”
Es estar deshidratado para luego pedirle de beber a la samaritana. Es vivir en la carne la sed que tienes de mí.
Cuaresma es aprender a acoger la voluntad del Padre.

Esa es tu cuaresma, Jesús. Y yo leyendo los ingredientes de las bolsas…

Me niego, Jesús. Este año me niego.
Esta vez, no quiero añadir nada.
No quiero cumplir, ni dudar en cargas morales, ni preguntar normas.
Quiero amar. Abrazar todo lo que es tuyo.
Quiero quitarme del centro y ponerte a Ti.

Porque la cuaresma es un regalo.
La cuaresma es solo un nombre: Jesús.

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