Marcos 4,26-34
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: -«El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega.» Dijo también: -« ¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas.» Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.


Mientras duermen

Hola Papá, ¿cómo estás?

Te echo de menos. Te necesito. Te necesito aquí con tus hijos. Les he estado explicando lo que hablamos. Ayer estuvimos hablando del Amor y de cómo tratarse entre ellos. El otro día hablamos de la Palabra y de cómo escucharla. Pero no es fácil. No consigo que me crean del todo. Casi siempre les pongo ejemplos para que lo entiendan mejor, pero hay veces que ni por esas. Por eso te necesito.

Hoy voy a hablarles de tu Reino y de cómo llegar a Ti. Bueno, de cómo dejar que llegues Tú. Hoy quiero explicarles las ganas que tengo de vivir en ellos. Hoy quiero hacerles entender que todo lo haces Tú. Que ellos solo tienen que dejarte. He estado pensando en comparaciones y se me ha ocurrido una que creo que les va a hacer entenderlo: el sueño.
Les voy a decir que mientras duermen, Tú lo haces todo. Mientras ellos no son conscientes de nada. Cuando no controlan, sin que ellos sepan cómo, Tú actúas. ¿Qué te parece? No se me ocurre un momento de sus vidas en el que puedan controlar menos que mientras duermen.

Que ellos solo tienen que dejarte hacer y echarse a dormir. Así es la confianza.

Bueno, pues ayúdame Papá, que hoy es día importante.

Nos vemos en casa.

Te quiere,

Jesús.

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