En aquel tiempo, disputaban los judíos entre sí: - «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?» Entonces Jesús les dijo: - «Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mi y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.» Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún.


VIVO

Si yo te entiendo Jesús, pero lo que no sé es cómo pretendes que te entiendan a ti.

Me imagino que en 2000 años será más sencillo, cuando se de por supuesto, y la gente lo haga casi sin planteárselo. Pero ahora, todos los judíos se piensa que estás loco, y no me sorprende.

Tú ponte en situación, Jesús. Les has dicho que te coman. Que te muerdan, que te mastiquen. Que te quiten la sangre y se la beban. Y que si lo hacen, tendrán vida eterna. Que si te comen, vivirás en ellos. Que si te devoran, vivirán por ti. ¿Te das cuenta, Jesús? ¿Estás viendo la locura que propones?

Seguro que en veinte siglos es más fácil. La gente no cuestionará cómo puede ser esto. Se verá como algo normal. Tus seguidores te comerán y no se sorprenderán por ello.

Aunque, sinceramente, no sé si eso es peor...

Pero espera, Jesús, que hay cuatro personas que se lo han creído. Hay cuatro almas que te quieren comer. Hay cuatro locos que han seguido tu locura. Hay cuatro vidas que viven por ti.

Podrían hacer una película y que el título sea tu apellido: VIVO.

Ah no, que ya la han hecho...

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