Viernes, 21 de mayo de 2021

21/05/2021 5 min
Viernes, 21 de mayo de 2021

Escuchar "Viernes, 21 de mayo de 2021"

Síntesis del Episodio

Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer con ellos, dice a Simón Pedro: - «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?» Él le contestó: - «Sí, Señor, tú, sabes que te quiero.» Jesús le dice: - «Apacienta mis corderos.» Por segunda vez le pregunta: - «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» Él le contesta: - «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Él le dice: - «Pastorea mis ovejas.» Por tercera vez le pregunta: - «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: - «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero.» Jesús le dice: - «Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras.» Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: - «Sígueme.»


Tres disparos al alma

Tres y media de la tarde. Playa de Genesaret. Estamos todos. Y estás Tú, vivo. Acabamos de terminar de comer. Yo estoy recostado en la arena, feliz por verte de nuevo. Nadie habla, solo se oye el rugido del mar. Decides romper el silencio para hacerme una pregunta:

"Simón ¿me amas más que estos?" Me incorporo, y casi de manera automática te contesto: "Sí, Señor, Tú sabes que te quiero". Tú preguntas amas. Yo contesto quiero. Me dices que apaciente a tus ovejas y yo asiento, con intención de volver a recostarme, sonriendo. No entiendo muy bien esta salida que has tenido, pero ya nos vamos conociendo, y sé que no tengo que entenderlo todo.

No pasan ni diez segundos en los que no has dejado de mirarme y me vuelves a preguntar si te amo. No te entiendo. Te acabo de decir que sí. Pero repito con paciencia: "Sí, Señor, Tú sabes que te quiero". Tú vuelves a preguntar amas. Yo vuelvo a contestar quiero. Y repites como antes: " Pastorea a mis ovejas".

Decido no recostarme y te mantengo la mirada durante un silencio que me hace volver a ser frágil. Y mirándome, me vuelves a preguntar: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?".

PUM. PUM. PUM.

Como tres disparos, las tres preguntas se clavan en mi alma. Te acabo de comprender, y una lágrima cayendo por mi mejilla te lo indica.
Tres veces te negué.
Tres heridas abiertas.
Tres preguntas para ser perdonado.
Tres momentos para recibir tu amor.

No soy su amigo. No lo conozco. No soy discípulo suyo.
Te quiero. Te quiero. Sabes que te quiero.

Decido aceptar la pregunta para dejarte entrar. Te dejo hacerlo a ti y te contesto, sin fuerzas:

"Señor, Tú lo sabes todo, Tú sabes que te quiero"

Esta vez, Tú preguntas quieres. Yo contesto puedes.