Viernes, 16 de septiembre de 2022

16/09/2022 3 min
Viernes, 16 de septiembre de 2022

Escuchar "Viernes, 16 de septiembre de 2022"

Síntesis del Episodio

Lc 8, 1-3
En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando la Buena Noticia del Reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.


Juana

Jesús, ¿tienes un momento? Perdón, no quiero molestarte, que me imagino que estarás rezando. He visto que has terminado la conversación con Pedro, y he aprovechado la oportunidad. Además, como todavía quedan unos cuantos kilómetros hasta el siguiente pueblo, me he decidido a comentarte este tema. Pero antes de nada, ¿quieres un poco de agua? Anda, bebe, Jesús, que tengo de sobra, el sol está apretando, y hasta Arbel todavía queda un rato.

Quería que supieras que estoy un poco agobiada, y llevo varios días así. No sé, en ningún momento he dudado de que mi elección era correcta. Sé que seguirte es lo mejor que he podido hacer. ¿Te acuerdas de aquel banquete, cuando la muerte de tu primo? Bueno, pues su muerte me salvó la vida. Nunca te lo conté, pero cuando Cusa consintió que ocurriera, al no decirle nada a Herodes, fue cuando me decidí a seguirte. Tu madre fue la que me recibió y me explicó todo al encontrarme con vosotros en Tiberias. Y me da la vida, Jesús. Me la da, no quiero separarme de ti. Nunca. Pero pienso mucho en Cusa, de ahí mi agobio.

Sé que si te conociera bien, también lo dejaría todo para seguirte. De verdad, tiene un corazón inmenso, aunque ahora está contaminado por el poder. Pero sé que si te escucha, si te ve, no va a querer nada más.

Me ha dicho Mateo que probablemente en dos semanas vayamos a Jerusalén. Así que si pudiéramos pasar por mi casa, me harías la mujer más feliz del mundo. Yo me encargo de todo, y Susana me ha dicho que me ayuda. Hacemos una comida para todos, hay sitio de sobra. Y así conoces a mi marido, que en cuanto te conozca, te seguirá. Así me pasó a mí.

Gracias Jesús. Déjame darte un beso.