Viernes, 1 de Enero de 2021

04/01/2021 4 min
Viernes, 1 de Enero de 2021

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Síntesis del Episodio

Lucas 2, 16-21
En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho. Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.


Nada diferente,todo nuevo

Ya estamos aquí, Jesús. Ya hemos llegado. Ayer fue nochevieja. Nos pudimos reunir todos, y nos acostamos tarde. Pero nos avisaron de que estabas aquí y hemos venido corriendo. No es una forma de hablar. Por eso estamos sudando y te hablo entre jadeos. Es que teníamos que verte. No podía esperar nada mejor para empezar el año
¿Qué puedo decir? Eres Jesús. Eres el Hijo de Dios.

No hay nada raro. Nada es diferente. Boca de bebé. Ojos de tu madre. Pelo de recién nacido. Manitas torpes que lo quieren coger todo. Que no quieren que se pierda ninguno. Brazos permanentemente abiertos, deseando abrazar y ser abrazados. Brazos de niño que serán clavados a una cruz por mí. Y ni siquiera entonces cerrarás los brazos, Jesús.

Nada es diferente, pero todo es nuevo. Y todo es todo. Todo eres Tú. Tú eres nuevo. No sabría explicarlo. Y tampoco querría saber explicarlo. No creo que se pudiera. No serías Tú.

Es como si salpicaras al mundo con tu presencia. No te veo, pero estás en todos lados. No puedo verte, no soy capaz. Yo no puedo ver la luz. Pero por la luz, puedo verlo todo.

Un rayo de sol sonríe con tu gesto. El gélido aire inexplicablemente abriga mi cuerpo. Los árboles te señalan para que quede claro quien ha llegado. El cielo mengua ante tu presencia y parece estar más cerca. La hierba respira oxigenada deseando ser pisada por su dueño. El día desea que le vivas. La noche sueña con ser soñada por ti. Los pájaros vuelan presumidos reflejando la alegría de tu venida. La muerte se acongoja porque se le acaba su hora. José, como siempre, calla y te mira. ¿Y María? María guarda todo en su corazón. María te guarda a Ti.