Lucas (11,27-28)
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a las gentes, una mujer de entre el gentío levantó la voz, diciendo: «Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron.»
Pero él repuso: «Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.

Maria, Maria…
Bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús
Maria… sin pecado concebida.
Guapa, sencilla, simpática.
Siempre sonriendo, pendiente a lo que necesitan los demás.
Siempre última, siempre alegre.
Nunca una palabra mala sale de tu boca.
Una crítica sobre alguien, o una queja sobre algo. Nunca. Aunque alguien te caiga mejor o peor, aunque estés cansada o incluso agotada. ¡No se nota! Tú no dejas que eso te entorpezca el corazón, que debilite la calidad de tu amor.

Maria, tu sonrisa permanente y tu forma de dar tu opinión, me enamoran. Como si no fuera importante. Una opinión más a tener en cuenta, pero nunca intentando imponerte.
Y tú tranquilidad frente a la situación. ¡Es increíble! Cuando algo se complica o no está saliendo como previsto, tú no te alteras, sonríes y miras cielo mientras susurras.. todo se arreglará….
No intentas planear o cambiar, tu vida o la de los demás; Respeto, confianza y amor: Tú vida se basa en eso. Tanto confías en el Señor, que decidiste engendrar a su hijo.
Maria, la más perfecta de entre todas las mujeres, la más pura de entre todos los humanos, la más santa de entre todos Los Santos. María.. madre De Dios.
Me tengo que parecer a ti si quiero llegar al cielo.

A Jesús se le debe de caer la baba… pues normal. Pero espera, hay algo más… cuando le dicen dichosa tu madre que te llevo en su vientre nueve meses, él dice: sisi… pero hay algo mejor: el que escucha la palabra del Señor y la cumple…
¿Te estás enterando? Que aunque yo no vaya a poder ser la nueva virgen maría del siglo 21 hay otra cosa que puedo hacer, otra cosa que Jesús hoy dice que es todavía mejor:
«Dichosos los que escuchan la palabra De Dios y la cumplen» ¿Acaso acaso soy yo? ¿Yo, dichosa?

Escuchar la palabra De Dios y cumplirla.. Como María la llamada de aquel ángel..
¿A que estoy esperando?

Maria… madre mía. La mujer que quiero ser se parece mucho a ti.
Maria….Dichosa María. Ayúdame a cumplir la palabra De Dios. O todavía mejor: ayúdame a convertirme en esclava. Esclava de su voluntad. Cada día. Y sobretodo, hoy en este día.

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