Escuchar "Sábado, 27 de Febrero de 2021"
Síntesis del Episodio
Mateo 5, 43-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestro hermano, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los paganos? Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.
Hijos de vuestro Padre
Habéis oído.... Pero yo os digo.
Pero ¿qué ha pasado Jesús? ¿Por qué hemos oído mal? ¿Por qué tus deseos no son los nuestros?
¿Por qué me veo más identificada con el “habéis oido” que con el “yo os digo”?
Parece que soy feliz. Cuido a mi familia, estoy para mis amigos en lo que necesiten. Parece que todo bien hasta aquí. Pero claro a este que me hizo un feo y me dejó de lado en ese plan mejor no le hablo más o a ese que me va criticando a las espaldas, menos. La verdad Jesús es que me sale solo amar al prójimo y aborrecer al enemigo. Es lo natural ¿no? Pero Tú siempre rompiendo esquemas.
Habéis oido... pero yo os digo. Me parece que dices “te crees feliz pero aun no has visto nada”. “Confía. Deja que yo te guíe”.
Parece que ... pero no. Parece que soy feliz pero estoy en tensión. Pendiente de lo que piensen de mí, grabando a fuego cada feo que me hacen. Pero ¿qué me pasa? ¿Por qué no soy capaz de salir del yo? ¿Por qué no soy capaz de amar como me gustaría?
Pero y si... me reto a hacer lo que dices. Cuido a los míos sí, pero a mis enemigos les arropo, rezo por ellos y lucho para que sean felices y disfruten de la vida. La verdad es que me parece una locura. No entiendo cómo puedes hacer esas cosas, Jesús. Tu amor claramente sobrepasa cualquier límite humano.
Pero también creo que sin que cambie nada aparentemente por fuera, lo cambias todo por dentro. Yo, que me creía feliz, entonces encuentro una paz y una felicidad que nunca antes había sentido. Porque disfruto con cada persona. No hay tensiones. Duermo tranquila.
Y no es cuestión de cambiar grandes cosas. Es simplemente la forma de mirar al mundo. Mirar a cada uno a los ojos y con cariño. Sonreír. Mirar a la creación como el mayor don que nos han podido regalar. Y aprender del Padre a amar y entregarse. Porque así, “seréis hijos de vuestro Padre”.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestro hermano, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los paganos? Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.
Hijos de vuestro Padre
Habéis oído.... Pero yo os digo.
Pero ¿qué ha pasado Jesús? ¿Por qué hemos oído mal? ¿Por qué tus deseos no son los nuestros?
¿Por qué me veo más identificada con el “habéis oido” que con el “yo os digo”?
Parece que soy feliz. Cuido a mi familia, estoy para mis amigos en lo que necesiten. Parece que todo bien hasta aquí. Pero claro a este que me hizo un feo y me dejó de lado en ese plan mejor no le hablo más o a ese que me va criticando a las espaldas, menos. La verdad Jesús es que me sale solo amar al prójimo y aborrecer al enemigo. Es lo natural ¿no? Pero Tú siempre rompiendo esquemas.
Habéis oido... pero yo os digo. Me parece que dices “te crees feliz pero aun no has visto nada”. “Confía. Deja que yo te guíe”.
Parece que ... pero no. Parece que soy feliz pero estoy en tensión. Pendiente de lo que piensen de mí, grabando a fuego cada feo que me hacen. Pero ¿qué me pasa? ¿Por qué no soy capaz de salir del yo? ¿Por qué no soy capaz de amar como me gustaría?
Pero y si... me reto a hacer lo que dices. Cuido a los míos sí, pero a mis enemigos les arropo, rezo por ellos y lucho para que sean felices y disfruten de la vida. La verdad es que me parece una locura. No entiendo cómo puedes hacer esas cosas, Jesús. Tu amor claramente sobrepasa cualquier límite humano.
Pero también creo que sin que cambie nada aparentemente por fuera, lo cambias todo por dentro. Yo, que me creía feliz, entonces encuentro una paz y una felicidad que nunca antes había sentido. Porque disfruto con cada persona. No hay tensiones. Duermo tranquila.
Y no es cuestión de cambiar grandes cosas. Es simplemente la forma de mirar al mundo. Mirar a cada uno a los ojos y con cariño. Sonreír. Mirar a la creación como el mayor don que nos han podido regalar. Y aprender del Padre a amar y entregarse. Porque así, “seréis hijos de vuestro Padre”.
Más episodios del podcast Voces en On | HAKUNA
Martes, 7 de agosto de 2024
09/08/2024
Lunes, 5 de agosto de 2024
09/08/2024
Domingo, 4 de agosto de 2024
04/08/2024
Sábado, 3 de agosto de 2024
03/08/2024
Viernes, 2 de agosto de 2024
02/08/2024
Jueves, 1 de agosto de 2024
01/08/2024
Miércoles, 31 de julio de 2024
31/07/2024
Martes, 30 de julio de 2024
31/07/2024
Lunes, 29 de julio de 2024
29/07/2024
Domingo, 28 de julio de 2024
29/07/2024