Jn 6,16-21: Al oscurecer, los discípulos de Jesús bajaron al lago, embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafarnaún. Era ya noche cerrada, y todavía Jesús no los había alcanzado; soplaba un viento fuerte, y el lago se iba encrespando. Habían remado unos cinco o seis kilómetros, cuando vieron a Jesús que se acercaba a la barca, caminando sobre el lago, y se asustaron. Pero él les dijo: - «Soy yo, no temáis.» Querían recogerlo a bordo, pero la barca tocó tierra en seguida, en el sitio a donde iban.

Viajeros en la noche

Oscurece y se ponen en camino. Navegan en noche cerrada. Son viajeros en la noche. Conocen la luz pero se guían por las estrellas.

Hola Jesús, como siempre el Evangelio está vivo y no es una historia aislada se unos locos que cogen la barca a oscuras para ir a Cafarnaún. No. Es la vida. Nuestra historia. Nuestra vida.

Desde el primer pecado, los hombres vivimos en una noche. El hombre desconfió de Dios. Y se produjo una ruptura que nos desconectó de nuestro origen.

Vivimos en la noche. No una noche en tinieblas, con trampas, donde es difícil vivir. No. De hecho nos hemos acostumbrado tanto a vivir en la oscuridad de la noche que no somos conscientes que vivimos en ella.

Hemos conocido la luz porque Tú, Jesús has venido a la Tierra y Tú eres la luz del mundo pero vivimos en la noche.

Este mundo tiene oscuridad. Y vamos avanzando. No nos quedamos parados. Viajamos en la noche. Proque estamos hechos para la plenitud pero nada de este mundo nos permite alcanzarla. Nos guiamos por las estrellas. Confiando en que somos testigos de la luz. Porque sabemos que habrá un sol que volverá. Que la noche es temporal. Y por eso confiamos. Y a pesar de la noche seguimos avanzando.
Como los apóstoles en la barca. Que confiaban que iban a llegar a tierra. Iban a oscuras pero confiados. Y la luz apareció en su viaje. “No temáis, soy yo”. Y con fe y confianza siempre llegamos a tierra.

Jesús, hoy te pido confiar. No controlar. Que me deje hacer y guiar por ti. Que me reconozca un viajero en la noche necesitado de luz. Y que en mi corazón la muerte sea sustituida por vida resucitada, la Vida. Tu Vida.

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