Jn 16, 12-15 • El Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad plena.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
El me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que tomará de lo mío y os lo anunciará.»



No entiendo. Cuéntanos Jesús, ¿qué es todo eso que tienes que decirnos? Estoy dispuesta a escuchar. Quiero saber más. No sé porqué piensas que no puedo cargar con ellas. ¿Qué es eso que aún no podemos saber? ¿Acaso no te he seguido todo este tiempo? No me he separado de ti en ningún momento… pero hay algo que tampoco termino de comprender. “El Espíritu de la verdad la guiará hasta la verdad plena” ¿qué Espíritu es ese al que te refieres? ¿No eras Tú el camino hacia la verdad? ¿No te vas a quedar aquí con nosotros por siempre? No quiero que te vayas, no quiero que me abandones. No he sentido una felicidad tan plena como la que se vive al estar contigo.

De pronto mi corazón se apenó. Pensar que te puedes ir… llevas unos días mencionando esto, que te vas. ¿A dónde vas? ¿Volverás? ¿Qué haré sin ti? Siento que el mundo se acaba si tú no estás…

Pero noto que algo está por venir. Lo veo en tu mirada. Triste pero llena de alegría, con algo de miedo, pero valiente ante lo que viene. Confías. Confías tanto en tu Padre. Una confianza que te desborda. Un amor tan grande que no se puede contener. Tienes claro que eres enviado. Tienes clara la misión que se te ha sido dada y poco a poco desvelada. Tu corazón está preparado. Tu corazón está dispuesto.

No te vas. Nos envías algo muy poderoso. Nos envías al Espíritu de la verdad. Y este solo puede venir si tú te vas. Si entregas tu vida por mi. Espíritu de verdad. Espíritu que nos pone en camino. Verdad plena. Espíritu de amor. Espíritu de alegría. Espíritu que transforma. Lo das todo. Te das del todo. Tanto, que incluso entregas tu espíritu. Espíritu de vida eterna.

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